Infraestructura bajo presión climática
Los modelos climáticos regionales pronostican menores precipitaciones y una mayor frecuencia de sequías extremas en las próximas décadas.
Esto equivale a una reducción de hasta 30% menos de agua efectiva debido a la desaparición parcial de la capa nevada y al aumento de las temperaturas, que elevan las tasas de evaporación.
Las lluvias se han mantenido prácticamente iguales entre 1900 y 2004, pero su patrón de ocurrencia es distinto, lo que propicia que los escurrimientos sean diferentes y que los niveles de almacenamiento en las presas se vean afectados.
El río Bravo experimenta una reducción de su caudal de más de 80%, reteniendo apenas 20% de su volumen original debido a sequías prolongadas y usos crecientes. A pesar de ello, abastece hoy a alrededor de 15 millones de personas en siete estados de Estados Unidos y cuatro de México.
Además, se espera que la población en la franja fronteriza, que hoy alcanza los 30 millones de personas, se duplique en los próximos 30 años.
Este crecimiento urbano e industrial se traducirá en un incremento de la demanda. Se prevé que el uso público-urbano podría aumentar hasta 100% en las próximas cinco décadas, mientras que el uso industrial lo haría en 40%.
El desarrollo de parques industriales, zonas logísticas y clusters de energía renovable requerirá importantes volúmenes en la próxima década.
Propuestas de infraestructura
Los expertos plantean desarrollar un programa integral de infraestructura hidráulica fronteriza que incluya un diagnóstico actualizado de instalaciones críticas, un estudio sobre potencial de soluciones basadas en la naturaleza (humedales artificiales, recarga natural, captación de agua de lluvia) y la identificación de fuentes de financiamiento para cada solución.
"Debido a su importancia económica, social y diplomática, se propone incluir como sitios prioritarios a los ríos Bravo, Colorado y Tijuana", establece el documento. Esta decisión permitiría asignar presupuestos para su atención y articular esfuerzos interinstitucionales para promover una gestión coordinada del saneamiento.
Igualmente, coinciden en que es fundamental mantener y modernizar la red de monitoreo hidrológico y de alertas tempranas.
La toma de decisiones para gestionar eficientemente las cuencas transfronterizas requiere de evidencia robusta y precisa sobre disponibilidad, usos y usuarios, escurrimientos, temperaturas, sedimentos, evaporación, deshielo, precipitaciones, entre otras variables
Perspectivas de las aguas transfronterizas México-Estados Unidos: Orientaciones hacia la seguridad hídrica
Esta información demanda ser unificada y compartida, no solo entre Conagua y CILA, sino también con las contrapartes estadounidenses. Se requiere invertir a corto, mediano y largo plazos en instrumentos de medición que provean información necesaria para definir políticas públicas y acuerdos de gestión hídrica.
La visión de largo plazo
Jorge Arriaga Medina, coordinador ejecutivo del Centro Regional de Seguridad Hídrica bajo los auspicios de UNESCO, subrayó que estamos viviendo lo que podría convertirse en la transformación jurídica más profunda del sector hídrico mexicano en más de una década.
"Sabemos que no basta con tener una ley: necesitamos construir rutas claras para su implementación, fortalecer capacidades y dejar explícitos los derechos y responsabilidades de todos los usuarios. Solo así podremos avanzar hacia una verdadera Seguridad Hídrica basada en equidad, sostenibilidad y responsabilidad pública", explicó Arriaga.
Eduardo Vázquez, director ejecutivo de Agua Capital, consideró que las reformas establecen nuevas reglas, refuerzan la prevención de delitos hídricos y clarifican las facultades de la autoridad federal. Sin embargo, señaló que no incluyen incentivos que hubieran sido pertinentes para mejorar la eficiencia en el uso del recurso, especialmente del sector agrícola, que consume 76% a nivel nacional.