Nueva política de vivienda, proyectistas renovados
El pasado mes de julio se dieron a conocer las Reglas de Operación del Programa de Esquemas de Financiamiento y Subsidio Federal para Vivienda, en el que se establece la política de vivienda desde un enfoque urbano. En él se determinan como premisas la contención del crecimiento desordenado de las manchas urbanas, la consolidación y la compactación de las ciudades, la diversificación de soluciones habitacionales y la atención a la vivienda rural.
Este esquema reconoce a los organismos de vivienda con la responsabilidad de facilitar las condiciones que permitan alcanzar las metas anuales, para lo cual deben realizar nuevos esfuerzos tendientes a agilizar la asignación de créditos y la titulación, así como promover la desregulación técnica, calificar y promover la creación de reservas territoriales.
Estas acciones requieren de una sinergia de esfuerzos en los tres niveles de gobierno a fin de planear y consolidar a los desarrollos de vivienda que se generen en poblaciones que quizá no cuenten con las herramientas necesarias para evaluar y anticipar las necesidades que éstos generen y, en su caso, evitar hacinamientos habitacionales que demeriten la calidad de vida de los nuevos moradores.
La densificación que ahora se promueve demanda el manejo adecuado de los diversos elementos que configuran a los agrupamientos de viviendas, como son los espacios abiertos compartidos, los sistemas de circulación, el equipamiento y la infraestructura habitacional y los servicios que ofrece, componentes que se deben organizar para corresponder a los planes de desarrollo urbano vigentes en la localidad, al análisis del sitio previamente efectuado y a los estudios socioeconómicos correspondientes.
Otro tanto sucede respecto a la conservación de la naturaleza, el suelo, sus sistemas naturales, su espacio abierto y su capacidad para ceder recursos materiales y energéticos. Tanto la densificación como la sustentabilidad, con propósitos aparentemente contradictorios, deben contemplarse como una sola que comprenda una serie de objetivos definidos. Las evaluaciones y los análisis efectuados en diversos conjuntos habitacionales nos revelan que son varias las posibilidades u opciones para satisfacer todo este conjunto de metas trazadas.
Las nuevas reglas, que establecen un puntaje mínimo de calidad de 350 y un máximo de 1,000 puntos, consideran cuatro elementos que deben contener las viviendas para obtener un subsidio: dimensión, equipamiento y servicios, densificación, y competitividad. Para que una vivienda adquiera el subsidio máximo, según el nuevo reglamento, tendrá que cumplir con el puntaje máximo requerido y ubicarse dentro de los perímetros Ul, U2 y U3, que se encuentran ubicados en zonas intraurbanas.
Este contexto demanda, tanto en las desarrolladoras como en los propios organismos de vivienda, profesionales del proyecto con conocimientos actualizados y contundentes para consolidar estos objetivos tanto al diseño urbano como al arquitectónico.
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*Consultor en normas, regulaciones y capacitación para la construcción. Director de CORPICO.