En los últimos tres meses, en la Ciudad de México se han cortado el listón de edificios acristalados, resplandecientes y dotados de tecnología, que han agregado 100,000 metros cuadrados al inventario de oficinas existente.
Sus aperturas representan un mayor dinamismo en el sector y una muestra de la perspectiva positiva de los desarrolladores respecto al futuro del trabajo en los espacios corporativos. Sin embargo, al incorporarse vacíos, han agravado las cifras de desocupación.
Durante el tercer trimestre del año, las oficinas sin inquilinos llegaron a un nuevo máximo histórico en la capital del país, con 1.78 millones de metros cuadrados, lo que representa 23.3% del total existente tras las incorporaciones, indican datos de la inmobiliaria Newmark.
“La tasa de disponibilidad muestra que no estamos cercanos a la estabilización de precios. Estamos registrando cierres con precios por debajo de los niveles que había hace 10 años, en dólares americanos”, dijo Natalia Lozano, directora de la división de oficinas de la compañía.
En camino a la recuperación
El panorama del 3T21 también mostró signos del comienzo del camino hacia la recuperación del sector. Por primera vez en el último año, todos los corredores de la CDMX mostraron actividad.
Polanco, Reforma y Santa Fe ocuparon 25,863, 17,490 y 12,934 metros cuadrados durante este periodo. Juntos realizaron una aportación de 55% del total de la superficie ocupada de toda la CDMX.
“Con la reactivación de la mayoría de las actividades económicas en el país, el próximo trimestre finalmente estaremos en el inicio de una estabilización del mercado corporativo de la CDMX, ya que la actividad de mercado mostró una importante recuperación y reportó 101 mil 833 m², principalmente en los corredores Polanco, Reforma y Periférico Sur, donde se registró el inicio de operaciones de cinco edificios”, agregó Natalia Lozano de Newmark.
Otra buena señal es el precio de salida, que ha comenzado a estabilizarse. A finales de septiembre el metro cuadrado mensual se alquiló en 23.9 dólares por metro cuadrado al mes, la cifra más alta desde el primer trimestre del 2019.