En consecuencia, las personas muestran mayor interés en rentar, lo que es una oportunidad para quienes cuentan con uno o varios inmuebles disponibles para entrar a este mercado y buscan ingresos de las propiedades.
“Estos fenómenos económicos tienden a poder soportar un mercado de rentas más que uno de compra, porque hay un aumento del costo de dinero por lo que es más complicado obtener los montos de préstamos que buscan, por lo que se enfrentan a usar su ahorro en rentar un tiempo más en mejores condiciones”, dice Karim Goudiaby, CEO de Néximo, primera inmobiliaria digital en México.
Sin embargo, existen distintas maneras de rentar que representan diferentes esfuerzos, pero también menos o más retornos de inversión. El experto las clasifica en tres: renta de larga estancia con la que hay rendimientos bajos, pero mayor seguridad; alquiler como co-living con más ingresos, pero más atención a inquilinos, o renta de corta estancia, con flujo de dinero constante, pero que requiere mantener inversiones incesantes al inmueble.
1. Renta de larga estancia
“En un lugar concurrido como la Ciudad de México no habrá problemas de ocupación por la alta demanda, pero va a haber menor retorno de inversión, que estará entre 4% y 6%” considera Karim Goudiaby.
Ya que a pesar de que la capital del país continúa siendo la más atractiva, la oferta inmobiliaria también es alta, “entonces no estarás haciendo la mejor inversión de tu vida, pero es de muy poco riesgo, lo que ayuda a a las personas que tienen una estrategia a largo plazo”, agrega el experto.