Para la población mexicana cada vez es más complicado adquirir una vivienda formal. De acuerdo con Rodrigo Padilla, director del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM), 30% de la población sigue viviendo con sus padres, más de una familia vive en una sola casa o autoconstruyen su propiedad.
Más de 30% de la población en México no tiene una vivienda formal
La menor oferta de vivienda social y la población con trabajo informal sin acceso a créditos impide avances en este rubro.
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El encarecimiento de los inmuebles por la demanda e inflación y el bajo poder adquisitivo de la mayoría de la población se suma a que cada vez hay menos oferta de vivienda social, la más accesible para la mayoría, ya que las desarrolladoras apuestan por la construcción de inmuebles del segmento medio y el residencial.
En 2022 la disponibilidad de casas económicas se redujo aún más, ya que la producción en general cayó. De acuerdo con el BIM, el año pasado se edificaron 240,000 de estos inmuebles a nivel nacional (un año antes fueron 5000,000) de las cuáles más de 1,400 viviendas fueron administradas en línea III de Infonavit (modalidad de crédito).
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Uno de los factores que han propiciado que las desarrolladoras se enfoquen en la edificación de inmuebles de costos más elevados es que no hay créditos suficientes para hacer vivienda social.
En cuanto al acceso a los inmuebles con mayor costo, el panorama tampoco es sencillo. De acuerdo con el especialista, no hay créditos suficientes para la adquisición de inmuebles.
En la parte del norte del país, cerca de la frontera, la mayoría de los empleos son formales es decir, que cuentan un historial en el banco, tienen un crédito por parte de instituciones como Infonavit, pero en la región del sur, en la península de Yucatán el porcentaje de empleos informales es muy alto y por ende es mucho más difícil que un banco les otorgué un crédito hipotecario, ya que no cuentan con la información financiera.
Es por ello que el BIM busca convencer a sus clientes para la creación de proyectos de vivienda social, y parte de las inversiones que tienen calculadas para este 2023, de 12,000 millones de pesos, irán a vivienda social. “Si pudiéramos invertir todo el presupuesto a este sector, lo haríamos”.
Para aprovechar el presupuesto, el Banco Inmobiliario Mexicanos empleará alternativas sustentables, debido a los altos costos derivados de la inflación y el encarecimiento de materiales.
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