Cooperativa de vivienda Xochiquetzalli: la alternativa para todos, todas y todes

La respuesta a su problema la encontró en la Cooperativa Xochiquetzalli, la primera asociación de su tipo en la Ciudad de México, que busca brindar viviendas dignas a la población LGBTQ+, en donde además de encontrar la opción de tener un hogar, halló una red de apoyo con personas que comparten historias similares.

“Es una alternativa a lo que existe para tener una vivienda para que nos tomen en cuenta como minoría. Hay estadística alta en donde personas que somos de la población LGBT tenemos trabajos informales (...) creemos que esta es una buena opción para tener acceso a una vivienda”, dice Nayeli, quien es secretaria del Consejo de Administración. En el futuro ocupará el cargo de presidenta del Consejo, debido a que la organización es horizontal y todas las personas participantes se rolan los cargos.

La situación es sistemática y recurrente en todo el mundo. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las personas de la población “se enfrentan a la discriminación en el acceso a la vivienda. Además, la exclusión de los hogares y las comunidades conduce a una representación desproporcionada de las personas LGBT entre las personas sin hogar. También se enfrentan a la discriminación en el acceso a los refugios, y a una mayor exclusión, criminalización y estigmatización por ser personas sin hogar”.

Esto, aunado al incremento de precios de vivienda en la Ciudad de México que ha hecho que el valor promedio de 3 millones de pesos esté por encima del salario promedio de quienes viven en la metrópoli, impulsó a que en 2019 un grupo de personas comenzara la conformación de la Cooperativa y en 2021 se logró la constitución legal y gratuita de ella.

La idea del organismo es que los, las y les integrantes de forma comunitaria, se pueda hacer de un terreno y viviendas pagadas entre todos, todas y todes, a través de recursos propios, donaciones y ayuda gubernamental. Es decir, entre las personas que lo integran comprarán y construirán el o los inmuebles (si es casa o departamento depende del espacio que tengan), por lo que al final aunque cada quién viva en su unidad, el proyecto le pertenecerá a la Cooperativa entera.

“Cada quien va a pagar su departamento o su casa. Tenemos fondos, que son para que nos estemos preparando constantemente, para que tomemos cursos, para el fondo de vivienda. Tenemos un fondo para previsión social, es decir, para algo que pudiera salir de imprevisto en algún integrante de nuestra cooperativa y poderlo solventar”, explica Nayeli Estrada.

De forma adicional, están en proceso de solicitar al Instituto Nacional de Vivienda (INVI) de la CDMX el acceso a un inmueble para la población LGBTIQ+, con el fin de garantizar el respeto y no la discriminación.

“Somos una unidad, nos vamos a cuidar en nuestra vejez, porque muchos y muchas de nosotros estamos solos, o nos corrieron desde muy pequeños o nos discriminan o no contamos con nuestra familia para poder tener en la vejez un espacio digno. Entonces, más que una cooperativa de vivienda es una hermandad, un acompañamiento”, dice Nayeli Estrada.

Actualmente ya no se pueden unir más personas al grupo de 25, pero la Cooperativa Xochiquetzalli también quiere que el proyecto sea replicado por cualquier fracción poblacional que busque acceder a una vivienda digna y que se tope con dificultades en el mercado inmobiliario.

La Cooperativa se encuentran en búsqueda de reuniones con las alcaldías para recibir alguna donación de terreno o venta a bajo costo, sin embargo el proceso es lento, ya que buscan que se encuentre en la zona urbanizada para no repetir el problema de exclusión de la población LGBTQI+.