¿El futuro de la última milla? Hubs logísticos verticales

En el caso de la industria al norte del país se buscan instalaciones que estén rodeadas de vías de comunicación, que tengan terrenos llanos y con acceso a servicios. En el e-commerce, la competencia se ha centrado no sólo en tener precios cada vez más bajos y un catálogo amplio, sino en reducir tiempos de entrega, por lo que el objetivo es acercarse a los centros de las ciudades, meta compleja en lugares como la capital del país en donde los terrenos grandes son escasos. Pero para Eduardo Neuman, director general de Interlogix, desarrolladora, hay una solución: naves verticales.

Al directivo se le ocurrió la idea del otro lado del mundo, en Hong Kong, “había un edificio que me impresionó mucho, de 250,000 metros cuadrados, un parque logístico vertical que tiene unas rampas que suben hasta el piso 20”, cuenta. Al volver tenía un objetivo fijado, crear un proyecto similar en México.

“Vimos que se estaban absorbiendo todas las naves de la zona de Vallejo e Iztapalapa y la remodelación de otras viejas que también se empezaron a colocar. Empezamos a ver un discurso de que eran lugares de última milla, pero no era eso realmente”, agrega. La “última milla” es el recorrido entre una empresa distribuidora y el usuario final, la parte más corta del proceso y que suele ser de distancias cortas.

Para Neuman, la última milla debe ser casi literal. Estar prácticamente a pie de puerta para acelerar las entregas y reducir costos de transporte. Así que durante un año y medio ideó la manera de construir espacios de almacenamiento que fueran más allá de bodegas, con patios en los que podrían entrar tráilers y plataformas que soportaran cargas pesadas. Planeación que se llevó a cabo en asesoría con empresas del sector de comercio electrónico, para entender sus necesidades.

A finales de 2019 ya tenían un proyecto sólido, pero la pandemia llegó y se pudo retomar hasta julio de 2020, mes en el que comenzaron a buscar y adquirir los terrenos y a construir. Este 2022 ya está listo el edificio Lomas I, a tan solo unos pasos de avenida Constituyentes y Observatorio, y el showroom en donde se pudo comprobar que el sistema funciona.

En los siguientes 12 meses se completarán los primeros 30,000 metros cuadrados dentro de la Ciudad de México en una segunda etapa del edificio terminado, en Santa Fe, Centenario y Postes.

Las verticalidad

En el primer inmueble, que ya opera al 100%, tienen clientes como 99 minutos, de entrega de paquetería, una cadena de tiendas naturistas que usan el lugar como hub para satisfacer a 25 sucursales, además de una marca italiana que llegará a México con 150 puntos de venta.

Por lo general, cada empresa utiliza uno o dos niveles del lugar, y la organización para usar las plataformas para subir tanto a trabajadores como productos la realiza Interlogix, lo que ha evitado problemas logísticos dentro de la construcción, “si sabemos que hay un inquilino que requiere que estén sus cosas en la planta dos y quiere salir a las seis de la mañana y entrar a las nueve de la noche, quienes comparten con él los elevadores de carga tratamos de que tengan otros horarios”, apunta.

La diferencia con otro tipo de lugares de almacenamientos verticales que existen, es que todos los edificios están pensados para ser centros de distribución a gran escala, “en todas nuestras unidades de negocio caben trailers de 53 pies, entran camionetas a los que puede ser tres y media toneladas, o sprinters”, explica Eduardo Neuman.

Para lograrlo, la clave es el tamaño del terreno ya que a pesar de que se requiere mucho menos espacio que una nave horizontal, se deben considerar las maniobras de los vehículos y el edificio en sí.

Al encontrarlos, el siguiente paso es construir inmuebles resistentes, “preferirnos siempre irnos a los límites. Por ejemplo, nuestras losas cargan una tonelada y media por metro cuadrado y tenemos alturas de 4.5 metros entre losa y losa”, precisa Eduardo Neuman. Además cuentan con elevadores de carga en los que además se pueden ingresar objetos o pallets de grandes dimensiones que se descarguen directamente de los tráilers.

Para el directivo el proyecto ha sido un éxito, por lo que además de su expansión en México han volteado a ver ciudades como Guadalajara y Monterrey en donde los espacios son cada vez más escasos en las manchas urbanas.