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Trump y el sector inmobiliario: así han impactado sus políticas

En su gestión anterior su enfoque benefició a los segmentos comerciales y residenciales, pero perjudicó el acceso a una vivienda asequible.
jue 07 noviembre 2024 01:34 PM
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Donald Trump va este 2024 por estrategias como la limitación al otorgamiento de hipotecas a migrantes.

Durante la primera administración de Donald Trump de 2017 a 2021, el sector inmobiliario de Estados Unidos enfrentó un escenario mixto, con políticas fiscales, económicas y regulatorias que impactaron de manera directa e indirecta la demanda de propiedades, la inversión extranjera y la disponibilidad de vivienda asequible.

Los cambios introducidos durante este periodo influyeron en la forma en que el mercado inmobiliario respondió a la demanda y a los inversores internacionales, con impacto especialmente en el mercado residencial y de vivienda asequible.

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El panorama es relevante para México, mayor socio comercial del país, pero lo es especialmente para inversionistas, que han encontrado en el mercado estadounidense una opción en el real estate, especialmente en estados como Florida y Texas, donde concentran el 75% de sus operaciones, de acuerdo Jorge Bauer, CEO de Finanz Butik.

Durante esta administración, las inversiones de mexicanos en el sector inmobiliario de Estados Unidos mostraron una tendencia al alza antes del Covid-19.

Según la Asociación Nacional de Realtors (NAR), en el periodo de abril de 2016 a marzo de 2017, los compradores mexicanos adquirieron propiedades por un valor aproximado de 9,300 millones de dólares. Esta cifra duplica lo registrado en el periodo de abril de 2013 a marzo de 2014, cuando los compradores mexicanos adquirieron propiedades por un valor aproximado de 4,500 millones de dólares.

En este periodo de transición no se pronostica una caída representativa en las inversiones inmobiliarias, no obstante, durante la administración si habrá un cambio en las estrategias por parte de mexicanos, ya que la rentabilidad e incentivos de compra de unidades se traslada a otros segmentos, apunta Jorge Bauer.

Reformas fiscales

Uno de los movimientos más significativos de la administración Trump fue la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017, que incluyó una serie de cambios fiscales que incentivaron la inversión inmobiliaria empresarial al reducir la tasa de impuestos corporativos del 35% al 21%.

La reducción favoreció la liquidez de muchas empresas, quienes pudieron reinvertir en proyectos de infraestructura y construcción, y así estimular el desarrollo en áreas clave del país.

Sin embargo, la misma reforma impuso límites a la deducción de los intereses hipotecarios y de impuestos estatales y locales, lo que afectó a propietarios en estados con altos impuestos,como California y Nueva York.

La deducción máxima se limitó a 10,000 dólares, un cambio que restringió los beneficios fiscales para propietarios de viviendas en estos estados. “La reducción en las deducciones de intereses y de impuestos locales cambió la ecuación financiera para muchos compradores”, indicó el informe de la Asociación Nacional de Realtors (NAR) ese año.

El mercado residencial

Durante el periodo de 2017 a 2021, el mercado residencial en Estados Unidos mostró un crecimiento en precios y demanda, impulsado en parte por una política de tasas de interés bajas, lo que facilitó la adquisición de viviendas y benefició a compradores de primera vivienda.

De acuerdo a los datos de NAR, las ventas de viviendas existentes aumentaron durante la mayor parte de la administración Trump, especialmente en áreas suburbanas, una tendencia que se intensificó durante la pandemia de Covid-19.

La demanda de espacios más amplios y la facilidad de teletrabajar provocaron un desplazamiento de compradores hacia fuera de las grandes ciudades.

“La gente comenzó a buscar opciones en zonas menos densas, un fenómeno impulsado por el trabajo remoto y la pandemia”, señaló McKinsey & Company en su análisis de impacto de la Covid-19 en el sector. Las bajas tasas de interés también ayudaron a muchos hogares a adquirir propiedades en estos lugares, aunque en algunos mercados urbanos, las ventas se desaceleraron por la pérdida de beneficios fiscales locales.

El desafío de la vivienda accesible

Uno de los mayores retos del sector inmobiliario bajo la administración Trump fue el acceso a viviendas a precios bajos.

La administración propuso recortes presupuestarios al Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD por sus siglas en inglés), lo que afectó a los programas de vivienda pública y subsidios que apoyaban a familias de bajos ingresos.

Estas reducciones dificultaron el desarrollo de nuevos proyectos de vivienda asequible y, en algunos casos, la continuidad de los programas de apoyo existentes.

“Los recortes al presupuesto del HUD impactaron en la disponibilidad de viviendas para las familias con menores ingresos”, señaló el Urban Institute en su reporte anual.

Los analistas del instituto explicaron que esta falta de apoyo federal elevó la presión en el mercado de alquileres de bajo costo en las grandes ciudades, donde la demanda superó ampliamente la oferta.

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Inversión extranjera y restricciones comerciales

La política migratoria y las tensiones comerciales con otros países generaron incertidumbre en la inversión extranjera en bienes raíces comerciales.

Según el análisis de Real Capital Analytics, las inversiones extranjeras en el sector inmobiliario estadounidense mostraron una reducción durante la administración de Trump, en parte debido a las políticas que limitaron la entrada de capital extranjero. Esto afectó especialmente a los mercados comerciales de alto valor, como los de oficinas y centros comerciales.

“Las restricciones comerciales y migratorias impusieron barreras a los inversores extranjeros”, señaló Real Capital Analytics.

Las tensiones con China y otras economías, combinadas con la imposición de aranceles, generaron cautela entre los inversores internacionales, quienes optaron por diversificar sus capitales fuera de los Estados Unidos.

La pandemia de Covid-19

El impacto de la pandemia en 2020 transformó radicalmente las tendencias de vivienda y el desarrollo inmobiliario. Con el teletrabajo, aumentó la demanda de propiedades residenciales en áreas suburbanas y rurales, donde los compradores buscaron mayor espacio y seguridad.

Mientras tanto, el sector inmobiliario comercial, especialmente el de oficinas y locales comerciales, experimentó una contracción debido a la adopción del trabajo remoto y el cierre de tiendas físicas.

“El Covid-19 aceleró la preferencia por viviendas fuera de los núcleos urbanos y generó una reevaluación de la utilidad de los espacios comerciales”, explicó McKinsey & Company.

De acuerdo a su análisis, la crisis sanitaria reconfiguró las prioridades de las familias y de las empresas, lo que marcó una transición hacia modelos de trabajo más flexibles y afectó los ingresos del sector de oficinas.

Políticas de infraestructura

La administración Trump también promovió iniciativas para agilizar los procesos regulatorios en proyectos de infraestructura, con el objetivo de acelerar la construcción y atraer más inversión privada.

Sin embargo, muchos proyectos de infraestructura propuestos enfrentaron desafíos de financiamiento y demoras, lo que limitó su implementación.

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“Las políticas de infraestructura no lograron cumplir con las expectativas de expansión que se plantearon al inicio de la administración”, detalló Brookings Institution en un análisis sobre el avance de proyectos de infraestructura bajo la administración de Trump.

La falta de recursos y el retraso en la implementación de políticas de financiamiento público-privado dificultaron los esfuerzos para ampliar significativamente el desarrollo de infraestructura en todo el país.

El periodo de Donald Trump en la presidencia trajo cambios al sector inmobiliario en Estados Unidos. Si bien las reformas fiscales incentivaron el crecimiento en ciertas áreas del mercado, como el corporativo y el residencial en zonas suburbanas, también introdujeron barreras para algunos propietarios en estados de altos impuestos.

El crecimiento del mercado de viviendas de lujo contrastó con los retos para la vivienda asequible, los cuales se profundizaron ante recortes en programas públicos. La inversión extranjera disminuyó, y la pandemia redefinió las prioridades de muchos compradores hacia zonas menos densas y con mayores comodidades para el trabajo remoto.

Por lo que va Trump este 2024

Una de sus propuestas centrales incluye imponer aranceles entre el 10% y el 20% a los bienes importados, una medida dirigida a impulsar la producción nacional, pero que podría elevar los costos de los materiales de construcción.

En cuanto a la vivienda asequible, Trump propone aprovechar terrenos federales para construir desarrollos habitacionales de gran escala, con la intención de incrementar la oferta y reducir los costos de vivienda. Por otro lado, tiene un plan de restringir el acceso a hipotecas para inmigrantes indocumentados..

Finalmente, Trump planea reducir las tasas del impuesto sobre la renta y hacer permanentes los recortes fiscales de su administración anterior, buscando atraer mayor inversión en bienes raíces.

También ha propuesto eliminar el impuesto sobre herencias, lo cual facilitaría la transferencia de propiedades entre generaciones y reduciría la carga fiscal.

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