El expresidente ha prometido imponer un arancel de 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá, además de un impuesto adicional a China, medidas que, según declaró en su red Truth Social, entrarían en vigor el 20 de enero al asumir el cargo.
México: un actor clave en el mercado inmobiliario
El 11% de las transacciones inmobiliarias realizadas en Estados Unidos por compradores internacionales en 2024 provinieron de mexicanos, lo que representa una inversión total de 2,800 millones de dólares, siendo parte del top tres de compradores internacionales con más transacciones, sólo por detrás de Canadá con 13% y China con 11%.
Esta proporción es una de las más altas en los últimos siete años. En 2007, México participó con 13% de las compras de inmuebles (el país con más negocios en el sector), pero un año después la participación cayó a 9% y hasta 7% en 2021 durante la pandemia de Covid19. En 2023 se recuperó con 11%, correspondencia que mantuvo el año pasado.
“Los compradores mexicanos muestran una preferencia notable por estados como Texas y California, atrayendo al 49% y 13% de ellos, respectivamente”, destaca el reporte.
El gasto promedio de los compradores mexicanos es 462,700 dólares, cifra que está por debajo del promedio de otros compradores internacionales. No obstante, 44% de las adquisiciones se realiza en efectivo.
De acuerdo a la NAR, esta capacidad los posiciona como un grupo relevante dentro del mercado, especialmente en un entorno donde el acceso al financiamiento es cada vez más limitado.
Entre los compradores mexicanos, el interés se concentra principalmente en propiedades residenciales, con una inclinación por viviendas unifamiliares. “El 76% de los compradores internacionales adquieren casas unifamiliares o adosadas, y el 45% las utilizan como viviendas vacacionales o propiedades de renta”, destaca el informe.
Además, los mexicanos sobresalen por su preferencia por las áreas suburbanas, siguiendo una tendencia generalizada entre los compradores extranjeros.
La participación de México destaca en un contexto en el que el mercado inmobiliario estadounidense registró una disminución de 36% en las compras de propiedades por extranjeros, respecto al año anterior, lo que representó su nivel más bajo desde 2009.
El volumen de transacciones internacionales alcanzó los 42,000 millones de dólares, un 21.2% menos que el periodo anterior.