El color verde no es eco-friendly
El verde tiene indiscutibles connotaciones de ‘sustentabilidad’ en el lenguaje contemporáneo, especialmente enfocadas al diseño y al marketing.
Todo lo que quiere ser referido como ecológico, natural, orgánico o simplemente encajar dentro de la tendencia, es verde.
Dejando de lado el origen y la autenticidad del producto o servicio, el hecho de utilizar el color verde para crear tintas en estos tonos, es una de las peores incongruencias.
Resulta que, de acuerdo con estudios realizados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), se requiere una gran cantidad de sustancias tóxicas para crear tinturas verdes, entre ellas cloro, bromuro, cobalto, titanio, níquel y óxido de zinc.
Las cantidades y combinaciones dependen del tono de verde. Por ejemplo, el verde #7 es el más inofensivo y usa pigmentos naturales en conjunto con grandes cantidades de cloro en ciertas formas que pueden causar cáncer y defectos congénitos, según The New York Times.
En los reportes elaborados por la CTSA (Cleaner Technologies Substitutes Assessment) para la EPA, se manifestaron los riesgos de salubridad e higiene de cerca de 45 fórmulas de tintas, donde se puede apreciar que aquellas en gamas de verde son claramente más dañinas.
Entre los resultados expuestos, se requiere una mayor cantidad de químicos (la mayoría tóxicos) para su elaboración, mayor cantidad de energía para su producción y gran cantidad de emisiones al medio ambiente.
En lo que nos concierne a arquitectos y diseñadores realmente preocupados por el medio ambiente, lo más recomendable es evitar el uso del color verde en insumos y productos de origen artificial; es decir, desde tarjetas de presentación hasta materiales de construcción y de decoración.
La tarea no es sencilla porque, dada la popularidad que ha adquirido el color, podemos encontrar de todo en verde: barras de cocina, pisos y recubrimientos, muebles, electrodomésticos, y desde luego, pinturas.
Alternativas
- Puede recurrirse a otros colores cítricos, como el amarillo y el naranja, si lo que se busca es un ambiente ‘fresco’.
- El estilo escandinavo es una excelente opción para evocar a la naturaleza, pues mezcla elementos rústicos con materiales naturales como madera, piedra y telas, en tonos neutros (hacia los beige y ‘nudes’ o hacia los grises).
- Recurrir a la verdadera fuente del color: las plantas. Jardines interiores, muros verdes, azoteas ajardinadas y grandes macetones, para una atmósfera verde.
- Para papelería, qué mejor que utilizar material reciclado. Si el logotipo es verde pueden usarse tonos cafés que combinen con el papel elegido como 'print version'.