La modernidad del diseño de América Latina se exhibe en Nueva York
El diseño moderno de América Latina de mediados del siglo XX, un ámbito innovador poco conocido fuera de la región, es el eje de una muestra inédita en Nueva York que abre una puerta a este mundo a través de sus grandes figuras en México, Venezuela y Brasil.
Organizada por el Consejo de las Américas, la exposición "Moderno: diseño de la vida cotidiana en Brasil, México y Venezuela, 1940-1978" se abrió en febrero y se extenderá hasta el 16 de mayo próximo con unos 80 objetos, entre ellos muebles, cerámica, orfebrería, textiles y material impreso.
"Nunca se ha enseñado diseño latinoamericano en Nueva York y creímos que era una gran ocasión para hacerlo. Elegimos a tres países muy distintos entre sí para abrir la puerta a este mundo", explicó a la AFP uno de los curadores de la muestra, Jorge Rivas Pérez.
El punto de partida simbólico de la muestra es la silla "escorpión" del estadounidense radicado en México Michael van Beuren (1911-2004), premiada en un concurso de diseño latinoamericano de interiores organizado por el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York en 1940.
Nota: La diplomacia de las sillas
"Este concurso marca el inicio de la disciplina del diseño como una disciplina institucionalmente válida. No aparece aún Venezuela en el panorama, pero México y Brasil sí, y ganan", señaló de su lado la curadora de Artes Visuales del Consejo de las Américas, Gabriela Rangel.
El período representado, que va desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial hasta la crisis petrolera de la década de 1970, coincide con una "época del discurso del desarrollismo", un momento de rápida modernización en la región liderado por los tres países destacados en la muestra y Argentina.
"Es una época de explosión demográfica, de cambio de lo rural hacia las grandes ciudades y la aparición de las megalópolis. Este fenómeno generó la necesidad de construir pero también de producir: producir objetos para un mercado local con la aparición de una clase media", indica Rangel.
Un laboratorio de progreso
Como Van Beuren, fueron varios los arquitectos y artistas extranjeros que eligieron vivir en América Latina para desarrollarse como diseñadores, combinando las grandes tendencias internacionales con las tradiciones locales en un verdadero laboratorio de ideas progresistas.
Es el caso de la italo-brasileña Lina Bo Bardi (1914-1992), la italo-venezolana Tecla Tofano (1927-1995) o el holandés radicado en Venezuela Cornelis Zitman, de 88 años.
Otra singularidad es la "presencia enorme de mujeres, que tomaron un nicho nuevo y tuvieron un papel fundamental", como destaca Jorge Rivas.
A las figuras de Lina Bo Bardi y Tofano se debe sumar la cubana radicada en México Clara Porset (1895-1981), así como la venezolana María Luisa Zuloaga de Tovar (1902-1992), entre otras.
Nota: MoMA exhibirá el desarrollo arquitectónico en América Latina
La búsqueda estética en la historia local de cada país emergen en muchos de los objetos expuestos, como el "equipal" del mexicano Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013), una silla prehispánica combinada con una contemporánea de los años 1960 que representa "una apropiación del pasado que es un discurso nacionalista en este caso", cuenta Rangel.
Brillan también en la muestra el venezolano Miguel Arroyo (1920-2004) y el brasileño Geraldo de Barros (1923-1998), artista constructivista e impulsor del mueble de bajo costo a través de la fábrica Unilabor, con la que quiso que el diseño llegará también a la clase obrera.
Este original impulso modernista del diseño latinoamericano se va a ver frenado con la crisis petrolera de fines de 1970.
"Hay un corte a partir de la década de 1980. Ya no interesa la producción local. Hoy en día hay más homogeneidad, aunque sigue habiendo diseñadores singulares", concluye Rangel.
