Exclusividad global
Redefinir el concepto de lujo y ligarlo a experiencias únicas es tarea de los diseñadores, quienes no olvidan incluir matices del lugar de procedencia. De acuerdo con estos expertos, lo que importa es la tipología de cliente, aunque existen localismos en cuanto al lenguaje o los materiales, que ponen a prueba su poder de adaptación.
Clientes multiregionales
"Si bien el despacho trabaja en países como la India, Marruecos, Canadá o Argentina, nuestros clientes tienen algo en común: son personas que se desplazan constantemente por motivos laborales y que cuentan con residencias en varios países", afirma Tom Bartlett, cofundador de la firma de diseño Waldo Works. Especializado principalmente en los sectores comercial y residencial, pone un ejemplo: "Tenemos que comprender las necesidades de un cliene de Oriente Medio, cuyo cliente, a su vez, puede ser chino".
El diseñador y arquitecto libanés Rabih Hage afirma que "existen grupos de personas que comparten gustos. Eso es el denominador común, no su procedencia".
Foto: Waldo Works
Por otro lado, afirma que cada vez hay más demanda por el diseño exclusivo en lugares como Rusia, China y Brasil, países que forman parte de una cartera de clientes con perfil internacional. Estos nuevos clientes prefieren el trabajo de diseñadores internacionales, pues "lo presumen como un trofeo", afirma Hage.
En este sentido, el experto admira la personalidad mexicana y latinoamericana. Dice que, a pesar de la influencia estadounidense o europea, "existe un sentimiento de orgullo, que hace que se confíe más en nombres locales".
Para diseñar, el individuo se sitúa en el centro, más allá de su procedencia. "Observamos las rutinas del cliente para propo-ner un estilo de vida, acorde con su visión de futuro", explica Mark Davison, director del despacho Yoo, que actualmente cuenta con 76 proyectos en 33 países.
"El cambio de tendencias en la economía mundial crea oportunidades para los diseñadores. Pero lo más interesante es trabajar en proyectos que no sólo tengan una base económica, sino también alma, que sean creativos, expone el diseñador inglés Charles Bateson, conocido por internacionalizar el estilo empleado en casas situadas en la campiña inglesa.
Matices locales
En 2013, el despacho de Bateson trabajó en la restauración de un tradicional barco de vela, en Hong Kong, "uno de los últimos hechos de teca", recuerda el diseñador. De dicha experiencia, enfatiza su admiración por el trabajo de los artesanos locales, que suelen marcar diferencias en términos de calidad y resultaron clave en su aporte de detalles, "aspecto que determina el éxito de un proyecto".
Aunque los clientes a nivel global comparten rasgos, la experiencia de diseñadores y proveedores locales es importante para captar la esencia del lugar.
En ocasiones, la colaboración con ar-quitectos y artesanos locales se da en el
contexto de mejorar la tecnología y los materiales, en la que surge un aprendizaje
mutuo. "Es común pensar que hay que seguir los procesos occidentales, pero nuestro trabajo consiste en empujar las técnicas locales", opina Rabih Hage.
Cortesía Yoo Estudio
El diseñador ejemplifica su opinión y comparte con Obras que en Marruecos descubrió el tadelakt, un yeso local tratado con ácidos oléicos, extremadamente impermeable. "Esta técnica ha formado parte de la cultura local durante siglos y sigue siendo muy eficiente", añade.
Otro punto de vista de Hage es la redefinición del concepto de lujo. "Cuando diseñé un chalet para la cadena hotelera Rough Luxe, en el resort de St. Moritz, Suiza, convertí una vaqueriza en un espacio para alojar a seis personas. Sólo se puede llegar a pie; se alquila únicamente durante el verano y no hay electricidad. A pesar de ello, la experiencia de exclusividad no la provee el lujo, como lo entendemos, sino los materiales como la madera o la piedra de la chimenea, y las técnicas empleadas para recuperar elementos que ya formaban parte del espacio", relata Hage.
Si bien es un ejemplo un tanto extremo, hay que situarlo dentro de una tipología de cliente que busca experimentar sensaciones vitales a partir del diseño
y salir de la rutina a la que está acostumbrado. Los materiales desnudos y la satisfacción que da recolectar madera para luego preparar y encender fuego son elementos que conectan al visitante con el entorno rural en el que se sitúa.
El diseñador internacional logra el éxito a partir de la sensibilidad que muestra hacia elementos presentes en el lugar de origen, como colores o texturas. "Captar el alma original es un elemento imprescindible de nuestro proceso", indica Mark Davison, de Yoo. La atmósfera que desprende la ciudad define el estilo y una percepción urbana. Así, en las ciudades se tiende hacia la elegancia y el anonimato, mientras que un diseño situado en la campiña es más fresco y luminoso. Cita a Lodha Evoq, una serie de departamentos situados en una nueva colonia de Bombay, como ejemplo de haber empleado una paleta "minimalista y clásica, acorde con su nuevo entorno".
Adaptarse a situaciones diversas
A veces existen carencias que hay que solucionar. Charles Bateson confiesa que para una villa que diseñaron en Egipto tuvieron que importar enchufes y accesorios desde Europa. En cambio, reconoce que en el país africano realizan un fantástico trabajo con piedra. Este aprendizaje forma parte de la experiencia de cada proyecto; enriquece los recursos de los diseñadores y enfatiza la importancia de recurrir a materiales y recursos autóctonos.
Habitualmente, el cliente quiere algo que los demás no tienen. Martin Hulbert habla de su diseño para un hotel boutique en Cartagena de Indias, Colombia, actualmente en construcción, como ejemplo del respeto hacia gustos locales, pero importando matices que lo distinguen de su entorno. "Normalmente, los hoteles de allá tienen un alto componente de elementos étnicos, pero nuestro cliente, para destacarse, pidió combinar esta característica con elementos
sofisticados".
Además del país, el contexto geográfico y el aprovechamiento del entorno son decisivos. "La disposición de un espacio cambia dependiendo del lugar en el que se encuentra; por ejemplo, la orientación y la transparencia pueden ser importantes en la isla de Ibiza, pero en las ciudades se valora la privacidad", concede Bartlett.
Cortesía Waldo Works
Lo que viene en 2015
Los matices, los estilos regionales y la personalidad del cliente imposibilitan hablar de una homogenización en gustos y tendencias. Aún así, la rica experiencia de estos diseñadores indica comportamientos y patrones que apuntan hacia peticiones más cosmopolitas y personalizables.
"Las tendencias globales van dirigidas al mercado medio", afirma Hage con rotundidad. A nivel de materiales, el diseñador opina que la combinación de madera y acero se seguirá utilizando y serán los matices logrados a partir de técnicas locales los que marcarán la diferencia.
En el sector hotelero seguirán primando espacios únicos, alejados del modelo impuesto por las cadenas que repiten el concepto, sin importar su ubicación. Los clientes buscan experiencias únicas que se expresan a través del diseño.
"Las tendencias tienen fecha de caducidad... En general nuestros clientes quieren exclusividad, lo que podría ser una tendencia: atender a necesidades individuales", opina Martin Hulbert.
Cortesía Yoo Estudio
A nivel residencial, se tiende cada vez más a no hacer alarde de lo que se posee. "El minimalismo imperante nos lleva a una realidad que nosotros denominamos 'riqueza sin ostentación', esto forma parte de una tendencia que busca aportar calidad de forma más discreta", define Bartlett.
Por otro lado, los comercios buscan seguir esta política de servicio personalizado, adaptando sus espacios a interiores que recuerdan a hogares y enfatizando en la bienvenida a los clientes. "Nuestro trabajo para Selfridges Personal Shopping, en Londres, se basó en la idea del departamento de una mujer, inspirado en el estudio decorado en blanco de la interiorista Syrie Maugham", recuerda Bartlett.
La proliferación de rascacielos también afectará al interiorismo, ya que según Mark Davison representan el nuevo estilo de vida comunitario. La variedad de servicios que alojan acentúan "un sentimiento de pertenencia a personas que comparten estilos de vida similares", finaliza el diseñador de Yoo.