Es la llamada Industria 4.0, cuyo ambicioso proyecto alemán y estadounidense es impulsar la alta tecnología y promover la automatización de la manufactura. La primera revolución industrial fue la máquina de vapor, y las siguientes, la fabricación en línea y la electrónica industrial.
El mercado laboral está ante un cambio radical: las máquinas y las cosas se comunican, se conectan y se convierten en fábricas inteligentes. ¿Llegó la era del robot? Creo que sí.
La globalización ha permitido multiplicar la conectividad, la aparición de nuevas tecnologías como la computación en la nube, el internet de las cosas, el Big Data, que ofrecen nuevas posibilidades a las empresas.
El llamado “internet de las cosas”, ese fenómeno en auge de conexión de gente, datos y máquinas, que está siendo impulsado por la proliferación de multisensores conectados entre sí, también está llegando a la industria para revolucionar los procesos tradicionales, con el objetivo de adaptar la producción a las necesidades particulares de cada consumidor en tiempo real.
Es decir, el consumidor de esta era de las fábricas sin humos demanda cada vez más productos a “la carta”, diseñados por él mismo, y además los quiere rápido en casa.