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Financiar “ciudades esponja” para prevenir inundaciones

Las ciudades esponja también contribuyen a restaurar y conservar el capital natural, lo cual mejora la calidad de vida en espacios urbanos, apuntan Karina Izquierdo y José Luis Reséndiz.
lun 06 septiembre 2021 11:59 PM

(Expansión) - Los riesgos físicos asociados al cambio climático son un hallazgo científico del siglo XX; sin embargo, parece ser necesario hablar de ellos como algo novedoso ante la falta de acciones creíbles y ambiciosas. No obstante, los esfuerzos por convencer a los escépticos del cambio climático deben ser redirigidos a ofrecer soluciones como aquellas basadas en la naturaleza.

Éstas representan acciones para la gestión, protección y restauración de ecosistemas, que a su vez pueden contribuir a mejorar la resiliencia de las ciudades latinoamericanas frente al cambio climático y sus afectaciones más evidentes como inundaciones.

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Un ejemplo de soluciones basadas en la naturaleza es el diseño de “ciudades esponja”, cuyo objetivo es la gestión eficiente del agua mediante infraestructura verde y prevenir, principalmente, inundaciones. Este modelo fue creado en China en 2014 con el fin de complementar un enfoque tradicional de infraestructura hídrica con el uso de espacios verdes o sistemas azules, como los humedales.

Tal iniciativa está alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y tiene como misión implementar este tipo de soluciones en 80% de las zonas urbanas en China para 2030, de acuerdo con el Banco Mundial .

Uno de los efectos más evidentes del cambio climático en América Latina es el incremento e intensidad de inundaciones, principalmente en Colombia, Brasil, Perú y México. Se estima que, al menos, 26 millones de personas fueron directamente afectadas por este fenómeno natural entre los años 2000 y 2019.

Además, el año pasado se rompió el récord en el número de ciclones tropicales en el Atlántico con 30 tormentas, que afectaron casi dos billones de hectáreas de tierras de cultivo principalmente en Guatemala, Honduras y Nicaragua, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial .

El reporte más reciente del IPCC establece que las precipitaciones y aumentos del nivel del mar en América Latina es uno de los riesgos más importantes asociados al cambio climático. Sin duda, experimentar con el enfoque de ciudades esponja debe ser una prioridad en la región.

El financiamiento de programas de ciudades esponja puede ascender hasta 600 millones de dólares en ciudades grandes como Wuhan, China. Los recursos provienen principalmente del gobierno; sin embargo, es necesario que el capital privado contribuya para mejorar el alcance de las soluciones.

Para ello, uno de los retos es incorporar los beneficios, más allá de la reducción del riesgo de inundaciones, a los análisis de costo-beneficio. Por ejemplo, las ciudades esponja también contribuyen a restaurar y conservar el capital natural, lo cual mejora la calidad de vida en espacios urbanos.

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Por lo tanto, uno de los retos más importantes para el financiamiento de tales iniciativas es la monetización efectiva de los beneficios sociales y ambientales. ¿Cuál es el valor de la conservación de un parque o el proteger la infraestructura educativa para no interrumpir las clases de niños de un barrio? Las soluciones analíticas son debatibles.

La gestión hídrica convencional se enfoca en evitar pérdidas económicas porque es una manera clara de representar los beneficios para gobiernos e inversionistas. Sin embargo, las soluciones basadas en la naturaleza ofrecen una serie de beneficios intangibles que deben ser considerados para atraer inversión privada.

Una forma de fomentar la participación de capital privado es que dirigir recursos a tales soluciones cuente como compensación de emisiones de gases de efecto invernadero por parte de corporaciones. Otra alternativa es que los nuevos instrumentos de deuda vinculados a la sostenibilidad (bonos y préstamos) consideren entre sus indicadores de desempeño la recuperación y conservación de capital natural.

Por último, medidas como el diseño de ciudades esponja contribuyen a mitigar riesgos físicos asociados al cambio climático, lo cual beneficia los activos y cadenas de valor de una gran variedad de sectores económicos.

Entre algunas consideraciones para el diseño de ciudades esponja en América Latina está la decisión de dónde implementar este tipo de soluciones, la cual debe responder no solo a reducir el riesgo de zonas inundables y de derrumbes, sino a restablecer un equilibrio social en comunidades de menor acceso a áreas verdes y de mayor exposición al riesgo.

Nota del editor: José Luis Reséndiz ( @jl_resendiz ) es Investigador en el Grupo de Finanzas Sostenibles de la Universidad de Oxford y fundador de ESG Latam. Karina Izquierdo ( @karina_izq ) es arquitecta y urbanista especializada en desarrollo sostenible, y candidata a maestra en University College London.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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Opinión ciudades inteligentes Inundaciones Agua Lluvias

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