Las nuevas condiciones globales y la urgente necesidad de garantizar la salud y seguridad de millones de usuarios están modificando de forma profunda al sector, con el fin de adecuarse a los requerimientos mundiales. La transformación de espacios en aeropuertos se implementa con base en las tendencias de consumo, los avances tecnológicos, la era digital, la inteligencia artificial, la robotización, y un sinfín de recursos.
Todos estos factores están modificando día con día la idea conceptual que tenemos sobre lo que implica ir a un aeropuerto y viajar de una ciudad a otra, a otro país u otro continente.
El aeropuerto del futuro se diseña ahora. Lo que imaginamos como una posibilidad es ya un imperativo de esta nueva realidad. El diseño aeroportuario se gestiona con base en el creciente flujo de pasajeros en todo el mundo, brindando espacios seguros pero que al mismo tiempo brinden una experiencia confortable al viajar.
La nueva arquitectura en aeropuertos se apoya en la hiperconectividad y la digitalización, el diseño y la flexibilidad de espacios, así como las nuevas tendencias en materiales, ventilación y luz natural. La flexibilidad permite maximizar los metros cuadrados de un aeropuerto para adoptar nuevas medidas de salud y seguridad, tanto visibles como invisibles. El espacio es clave.
Una tendencia importante es la ampliación de usos en los aeropuertos para incluir espacios abiertos, así como zonas abiertas que permiten la exposición solar. Aquellos pasillos largos y grises, hoy son transformados en espacios culturales, de exposiciones donde se reflejan los principales rasgos culturales que muestran la historia de la ciudad y de la sociedad.
El mundo está cambiando y lo que eran las primeras infraestructuras aeroportuarias no tienen comparación con la irrupción de la potencial quinta generación de aeropuertos comerciales. Los clásicos aeropuertos se encuentran ante el enorme reto de transformar sus espacios con el fin de responder a los desafíos que se presentaron durante la etapa culminante de la pandemia por COVID-19 y adaptarse a los desafíos de la inesperada realidad.
En México, paulatinamente pero de forma sostenida, los aeropuertos están modificado sus espacios. El reto no es menor, se trata de ponerse a la vanguardia mundial y no quedarse estancados ante los cambios en el sector. Hacerlo implica colaborar en la reactivación del sector turístico y de negocios, así como de la atracción de inversión extranjera, fundamentales para el crecimiento económico de México.
Recordemos que un aeropuerto es la primera y última impresión que un turista tiene de la ciudad o país que visita. Por lo tanto, deben brindar una experiencia positiva al visitante, dando una visión anticipada de la sociedad y de las costumbres locales.