Mapas 3D podrían revolucionar el diseño de la acústica
El chasquido de un dedo, un puñado de micrófonos dispersos y un algoritmo de computadora es todo lo que se necesita para crear un mapa tridimensional preciso de una habitación, según un estudio de investigadores de Suiza y Estados Unidos.
El método, descripto en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), mide la distancia entre ecos para hacer un mapa tanto de una sala de conferencias de una universidad como de la alcoba de una catedral.
Con más refinamiento, la técnica podría algún día conducir a mejores formas de diseñar las salas de conciertos para que tengan una acústica específica, contribuir a investigaciones e incluso ayudar a reconstruir la escena de un crimen, dijeron los investigadores.
"Nuestro software puede construir un mapa en 3D de una habitación simple, convexa, con una precisión de unos pocos milímetros", dijo el autor principal del estudio, Ivan Dokmanic, estudiante de doctorado en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza.
Los micrófonos no necesitan colocarse en lugares precisos con el fin de captar el sonido original y sus ecos.
Para calcular la distancia de los micrófonos, las paredes y la fuente de sonido, y recrear de manera digital en 3D la habitación, el algoritmo utilizó los desfases entre los sonidos y los ecos.
"Los arquitectos pueden usar esto para diseñar espacios - por ejemplo, salas de conciertos o auditorios - en base a la acústica específica que les gustaría crear", dijo Dokmanic.
La ciencia forense podría utilizar esta técnica para recrear detalles acerca de una habitación que no pueden verse, o para identificar el paradero de una persona que llama desde el interior de una habitación.
Algunas personas, como los ciegos, pueden detectar naturalmente la forma general de una habitación al escuchar sonidos dentro de ella. El mismo proceso, conocido como ecolocalización, es utilizado por los murciélagos y los delfines para moverse en el ambiente.
La Escuela de Ingeniería de la Universidad de Harvard en Estados Unidos es coautora del estudio.