El lado oscuro que hay detrás de la iluminación LED
Una revolución es cuando se pone en el centro de la historia a la clase social más moderna, es decir, si en determinado tiempo los burgueses son los más modernos de la historia ellos desplazan a los aristócratas. Así mismo, un tiempo después llegan los proletarios como la clase más moderna y desplazan a los burgueses del centro de la historia.
Algo así está sucediendo en la iluminación, desde hace pocos años la luz LED, por ser más moderna, está desplazando a la luz incandescente y fluorescente como la central de la historia actual, y a decir verdad es un papel que le corresponde por ser la más actual en términos de tecnología, pero como todas las revoluciones tiene un lado oscuro que vale la pena conocer.
La iluminación LED no es perfecta, tiene algunos aspectos negativos, primero su huella radioeléctrica, pues la iluminación LED hace que ciertos colores se vean opacos, a diferencia de la luz incandescente, que es más uniforme en este sentido.
Otro punto a tomar en cuenta es que los luminarios están diseñados para fuentes de luz puntuales, es decir, toda la luz sale de un punto, motivo por el que una parábola puede usar su geometría para dirigir la luz de una forma uniforme. Pero una lámpara LED está compuesta por muchos puntos individuales por lo que deja de ser una luz puntual y la parábola queda fuera de foco, lo que provoca una iluminación menos uniforme y eficiente. Estos defectos se mejorarán cuando la propia tecnología madure un poco más. En este sentido, debemos recordar que siendo una tecnología emergente es todavía relativamente nueva.
Pero el defecto más crítico que está dándoles dolores de cabeza a los ingenieros alrededor de todo el mundo es la falta de un estándar. Existen muchos fabricantes de lámparas LED y muchos de ellos utilizan circuitos eléctricos diferentes e incompatibles entre sí, lo que hace muy complicado su control y certificación. Esta falta de estándar no ayuda a la implementación rápida de la iluminación LED; digamos que hoy mismo dentro de la industria LED se está disputando una lucha interna para ver cuál es el mejor.
El precio que debemos pagar es parecido a la vieja y conocida guerra de formatos de video VHS vs Beta, en la que por una falta de definición muchos usuarios tuvieron que realizar un gasto doble, o en el peor de los casos la ‘vacuna tecnológica’, o sea que el usuario se expone a una tecnología inmadura y piensa que la misma no sirve, cuando lo que sucedió es que un fabricante o varios lanzaron un producto que no estaba listo, con el único objetivo de alcanzar ingresos rápidos y fáciles. Si alguno recuerda los primeros días del bluetooth sabrá de qué hablo.
La recomendación es evitar las marcas que importan uno o dos contenedores de calidad regular y/o sin el respaldo de años de investigación y desarrollo que sólo pueden competir con el precio y no con un portafolio intelectual de peso.
____________________
* Business & Knowledge Developer Latino América de Bticino; cuenta 10 años de experiencia en la industria de electrónica automotriz y de consumo, además de que ha laborado en 3 continentes y más de 15 países.