Diseño para la diversión
Los parques de atracciones buscan que la experiencia del usuario sea cada vez más apegada a sensaciones reales. Ese es el desafío en la construcción de estos lugares, donde la ambientación es la clave del éxito.
“La tendencia es la tematización apegada a la realidad, basada en el juego de rol y complementada por la tecnología”, señala Miguel Ángel Martínez, arquitecto y gerente de Experiencia de Kidzania México, que en una de sus sedes recibe
a sus visitantes con un avión.
En este sentido, Francisco Díaz, director técnico de la consultora Ingepaisajes, con experiencia en España, Colombia
y Perú, detalla que los diseñadores se convierten en escenógrafos y a través de su diseño constructivo crean los escenarios necesarios para insertar los elementos
de juego.
Un parque temático tiene generalmente entre cinco y siete áreas agrupadas bajo
un amplio concepto general, puntualizó John Gerner, director de la consultora Leisure Business Advisors, en la conferencia 'Attractions Development & Expansion: The First Steps', para la International Association of Amusement Parks and Attractions (IAPA), al definir la distribución de estas instalaciones.
FOTO: Tomada de Flickr/didoberto
Martínez y Díaz coinciden en que es fundamental estudiar el emplazamiento. Por ejemplo, Kidzania, que opera tres parques en el país y 13 franquicias en el extranjero, depende de las características del local asignado, ya que funciona como establecimiento ancla del centro comercial donde se ubica. En la conceptualización y ejecución de estos escenarios cobran relevancia los materiales utilizados, que deben combinar calidad, seguridad y durabilidad.
El caucho continuo, la madera tratada para exteriores, como la de robinia, y el concreto pigmentado son algunos de los elementos que Díaz recomienda. Martínez agrega que para las áreas con mayor desgaste se emplean canteras y pétreos, mientras que para pasillos y espacios comunes optan por el concreto estampado.
Aunque la seguridad es vital para la operación de este tipo de centros recreativos, en México –a diferencia de la Unión Europea– no existe normatividad específica que regule la edificación de parques de diversiones. “Nos basamos en el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, que es el más estricto del país”, afirma Martínez.