América Latina, una oportunidad con desafíos únicos
La frase ‘mercados emergentes’ se ha vuelto más de moda en los últimos años dentro del mundo de las inversiones. Distintos portafolios ofrecen productos a la medida para invertir a futuro y los proveedores que ofrecen inteligencia de mercado hacen una fortuna prediciendo cuál va a ser el siguiente grupo de países que saldrá del tercer mundo. Sin embargo, ‘mercado emergente’ es también una frase en código, como un silbato para perros que comunica un concepto no inmediatamente obvio para muchos observadores.
Se entiende que un mercado emergente es una zona gris de gran potencial. Uno toma el ascensor del progreso desde la planta baja hasta la cima, al menos eso se piensa. Junto con este potencial deviene el riesgo y el costo, muchas veces, no insignificante. Por ejemplo, ¿puede un mercado emergente surgir verdaderamente si la infraestructura es insuficiente, además de que no permite que el comercio fluya a través de sus fronteras?
Con economías como China e India en proceso de maduración, América Latina se ha convertido en el arquetipo del último día de los mercados emergentes. Colombia y México, en concreto, ofrecen oportunidades para los inversionistas.
México ha invertido 315,000 millones de dólares (mdd) en infraestructura en el corto plazo en el marco de un plan de desarrollo que incluye carreteras, puertos, telecomunicaciones, agua y energía. Este plan maestro aprovecha las ventajas geográficas de México y propone llevar a cabo 500 proyectos en todo el país. Es de destacar que el estado de la infraestructura en estos mercados se ha convertido en un área prioritaria.
Tomemos por ejemplo los puertos en Colombia. En los diversos deltas y bocas de los ríos a lo largo de la costa del país, el gobierno está ofreciendo concesiones a los inversionistas que buscan invertir y desarrollar dichas áreas. Estos proyectos requieren menos de 50 mdd, un monto razonable para proyectos de esta categoría. Uno de estos proyectos es el río Magdalena, un río que fluye hacia el norte y que serpentea la mitad de la zona occidente del país, pero que permanece poco desarrollado.
Lo que se destaca en estos proyectos es su considerable impacto en la economía local. Estos proyectos son muy necesarios, muy rentables y requieren una baja barrera de entrada. Los bancos están ofreciendo condiciones competitivas y tasas generosas, lo que aumenta el acceso a capital. Según los expertos, la región requerirá de unos 2 billones de dólares para reconstrucción en el área de infraestructura durante los próximos 20 años.
Con toda esta oportunidad, es sorprendente que no existan más firmas que estén invirtiendo en infraestructura. Los bancos locales requieren activos y garantías, apareciendo las inversiones de menos de 100 mdd como las más atractivas.
Encontrar deuda, sin embargo, es sólo una parte del desafío. El capital para infraestructura todavía procede de patrocinadores y entidades locales y en menor cuantía de parte de inversionistas institucionales, como los fondos de capital privado.
Sin embargo, existe una razón para la indecisión. Colombia cuenta con una infraestructura deficiente, lo que requiere de mucha ayuda por parte de los organismos multilaterales para impulsar proyectos de energía, la construcción y las iniciativas de transporte. También hay un moderado a alto interés en este tipo de proyectos en Ecuador, así como en México, aunque en la actualidad hay menos proyectos allí. Se espera que México vea un auge en la inversión en infraestructura a partir de las nuevas reformas en materia de energía, petróleo y gas.
En el pasado, gran parte de la mayor inversión ha sido gracias a los bancos multilaterales. Pero esta nueva demanda requerirá una inversión privada más allá de estas fuentes tradicionales. Con la cooperación del gobierno, los inversionistas del sector privado serán incentivados a través de estímulos fiscales y otros acuerdos.
Cada vez más, inversionistas sofisticados están proporcionando el asesoramiento y las facilidades para conseguir financiación privada, a fin de que los países puedan llevar a cabo sus proyectos de infraestructura. El potencial está ahí, el dinero está llegando.
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* Socio y Managing Director de Provicapital Partners Ltd., una firma regional de inversión con oficinas en Miami, Colombia, México, Perú y Ecuador.