Cáñamo, la fibra ecoamigable que genera ahorros a largo plazo
Nota del editor: Esta nota se publicó originalmente en la edición 531 de la revista Obras , 10 Despachos + Disruptivos, correspondiente a marzo de 2017.
(CIUDAD DE MÉXICO) – Stephen Clarke no es experto en construcción, o al menos no de formación académica, pero sabe que los recursos naturales son una alternativa para la preservación del medio ambiente.
Hace cinco años, el interés de este ingeniero en sistemas computacionales por encontrar ecosoluciones para el ahorro energético y la construcción no tóxica lo llevó a cofundar Heaven Grown, empresa de arquitectura regenerativa que desarrolla métodos de edificación con cáñamo (proveniente de la Cannabis).
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"Trabajamos con una planta que no necesita pesticidas, mejora la calidad del suelo, resiste a casi todas las plagas, absorbe toneladas de CO2 y en tan solo 100 días termina su ciclo de cultivo", expone el directivo, quien con ayuda de un equipo de 12 personas y tres ingredientes fabrica una casa de 40 m2 en 24 horas.
Para Clarke es fácil: "Basta mezclar cuatro partes de la fibra de la planta, una de cal, una de agua y listo, tenemos Hempcrete o concreto de cáñamo". La firma también fabrica Hempbrick, bloques de cáñamo que sustituyen los ladrillos convencionales.
"El cáñamo es el mejor aislante, es duradero, no se pudre y repele a los bichos", complementa el empresario.
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Pero en México esta planta presenta un inconveniente: la legalidad. Su cultivo no está permitido, por lo que Clarke trabaja con fibra importada desde Holanda: "La tonelada cuesta alrededor de 30,000 pesos, pero hay que agregarle 60 o 70% más para la transportación y el arancel", aclara.
Los costos de una casa fabricada con esta planta pueden ser hasta 20% mayores a una hecha con elementos tradicionales, como cemento y madera. En México, "el cáñamo se ve como algo prohibido [...] no importa contaminar, que sea lo más barato posible", dice Ronald Coquis, bróker internacional de cáñamo.
