El internet submarino es la nueva forma de detectar sismos
A más de 8,000 metros debajo del nivel del mar, una profundidad que sería como apilar casi 40 Torres Mayor de la Ciudad de México, una sobre otra, rodeados de corales y buques o navíos hundidos a lo largo de la historia de la humanidad, están los cables submarinos responsables de mover cerca de 99% de los datos de internet entre continentes.
Ahora, ingenieros de la firma japonesa NEC quieren utilizar su desarrollo para crear una nueva y mejor red de detección de sismos y tsunamis.
"Podemos aprovechar la construcción de cables submarinos y agregar nodos o sistemas de monitoreo sísmico que al estar en el fondo del mar nos permiten detectar alertas sobres tsunamis o terremotos mucho antes de que lleguen a tierra", explicó Shota Masuda, director de la división de cables submarinos de NEC.
La empresa ya trabaja con la agencia de Ciencia y Tecnología Marítima de Japón en la instalación de diversas unidades de observación a lo largo de la costa de todo el país y con el gobierno de Taiwán. Masuda dijo que están en discusiones con los gobiernos de Nueva Zelanda, Chile, Perú y Estados Unidos (para los estados de Alaska y California).
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A diferencia de algunos sensores sísmicos que se colocan en las costas de los países, los cables submarinos se enlazan entre continentes o países. Un ejemplo claro es el cable que conecta el Sureste de Asia con Estados Unidos, que mueve el tráfico de internet desde las Filipinas hasta Hermosa Beach, en California, a lo largo de 14,500 kilómetros.
Con una vida promedio de más de 25 años, los cables podrían actuar como redes de conexión a lo largo de todo el subsuelo marítimo y alertar en tiempo real sobre la detección de cualquier movimiento.
"La idea no es predecir, sino dar más tiempo de reacción para que la gente pueda detener sistemas de trenes, elevadores o los sistemas de gas de las casas o las empresas, además de ponerse a resguardo", comentó Masuda.
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Si bien los cables no pueden ser instalados cerca de fallas sísmicas para evitar su ruptura, su cercanía y permanencia en el suelo marino ayudaría a detectar cualquier movimiento con mayor precisión.
Aunque el proyecto podría ayudar a mejorar la detección de movimientos sísmicos, el ejecutivo de NEC reconoció que el despliegue depende del interés de las empresas que pagan la construcción de los cables.
"Tener este tipo de tecnología implica la instalación de sistema de monitoreo que requieren mantenimiento, utilizan energía y consumen datos. Por eso buscamos trabajar con agencias de gobierno que estén dispuestas a soportar el costo", explicó.
Actualmente en México, el Sistema Sismológico Nacional cuenta con 102 equipos para el registro de temblores que están organizados en diferentes subredes a lo largo del territorio. Sin embargo, este tipo de tecnología le permitiría tener información de sensores externos, pero que pudieran impactar al país.
Aunque la red actual no se puede aprovechar para desplegar sistemas de monitoreo, Masuda dijo que la demanda por renovar o crear cables submarinos se mantendrá durante los siguientes años debido al voraz consumo de contenido de internet.
"Las series de Netflix, tus fotos de comida de Instagram, los vídeos que ves en YouTube o tus post de Facebook o Twitter no dejarán de crecer. De hecho la demanda de ancho de bando de los cables submarinos se duplica cada dos años y la necesidad de conectividad mantendrá la tendencia durante los siguientes años", afirmó.