El financiamiento a la construcción residencial se 'congela'
El financiamiento a la construcción residencial está en los niveles más bajos de los últimos cuatro años, revelan cifras de la Asociación de Bancos de México (ABM). La cartera vencida de los desarrolladores de vivienda, que llegaba a 8.85% en febrero, ha cerrado el flujo de crédito para las empresas.
“Los bancos son más conservadores en la dispersión del crédito puente ante el ajuste de la industria de la construcción de vivienda y la deuda de las grandes compañías que cotizan en bolsa”, afirma Samuel Suchowiecky Cohen, vicepresidente del Sector Vivienda de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE).
Según datos de la ABM, la cartera de crédito bancario para los desarrolladores se ubicó al final del segundo trimestre del año en 74,200 millones de pesos, 29.3% menos que en su mejor momento, registrado en el primer trimestre de 2011.
“La cartera vencida de los desarrolladores con la banca es uno de los mayores problemas a la hora de buscar incrementar el financiamiento, pues el índice de morosidad está en cerca de 15%”, apunta Enrique Margain, director general de crédito hipotecario de Scotiabank.
Para Suchowiecky, el bajo nivel de capitalización de las empresas es uno de los problemas para que las desarrolladoras no obtengan crédito de la banca comercial
y otros intermediarios.
“Algunos bancos restringieron el crédito por lo que pasó con las grandes empresas y se hicieron más selectivos”, reconoce Jesús Sandoval, director de Ruba.
Por ello, el gobierno federal, a través de la Sedatu, busca reactivar el financiamiento. Su titular, Jorge Carlos Ramírez Marín, ha mantenido reuniones con instituciones bancarias para exponerles las condiciones y las fortalezas del sector de la vivienda.
Aunque los bancos califican esta labor como positiva, la reactivación del financiamiento también dependerá de la forma en que el índice de morosidad se reduzca, señala Margain.
Para Suchowiecky, una opción es la participación de fondos privados que eleven los niveles de capitalización de las desarrolladoras y sus proyectos, lo que generará una mayor certeza a los bancos y demás intermediarios financieros.