Llegó el momento de regresar con la naturaleza: Toyo Ito
La Fundación Hyatt entregó el Premio Pritzker 2013 a Toyo Ito, en la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy ubicado en Boston, Massachuttes. Al recinto asistieron 300 personas, entre ellas algunos galardonados de ediciones anteriores.
Durante su discurso, dijo que suele visitar el sitio del terremoto y el tsunami que afectó a Japón hace dos años, el 11 de marzo, y que cada vez que va se acuerda de la impotencia de la tecnología frente a la furia de la naturaleza. "Ésta fue una catástrofe provocada por el orgullo vis à vis (cara a cara) de la naturaleza humana", dijo.
Por tal motivo ahondó: "creo que ha llegado el momento para nosotros, en el que volvamos a estar en contacto con nuestra naturaleza, para abrir nuestras puertas de una ciudad monótona a la abundancia de la naturaleza, y para reconstruir un ambiente más vibrante y humano".
"Invito a todos nosotros (los arquitectos) a trabajar juntos para enviar un mensaje nuevo en el próximo siglo, uno que sea tan brillante y lleno de esperanza como el transmitido por nuestros antepasados hace un siglo. Para que esto suceda, nosotros los arquitectos debemos transformarnos a nosotros mismos. No nos fijemos en las diferencias de menor importancia, sino más bien en trabajar juntos para encontrar un mensaje que todos podamos compartir, dedicado a la próxima generación", puntualizó.
Cortesía de pritzkerprize.com
Recordó que John F. Kennedy, en su discurso inaugural de 1961, dijo: "Mis conciudadanos del mundo: no pregunten lo que América hará por usted, sino ¿qué podemos hacer juntos por la libertad del hombre".
En este sentido, reflexionó que ahora, medio siglo después, "también se nos ha pedido responder: ¿qué podemos hacer nosotros mismos por la libertad del hombre?".
De acuerdo con un comunicado emitido por los organizadores del premio, Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, reconoció la valentía y el coraje político y artístico que el arquitecto nipón refleja en sus obras, lo que impacta de manera emocional y psicológica a las personas que las habitan.
Cortesía de pritzkerprize.com