El Harpa y la Nave de Música ganan el Mies van der Rohe
El auditorio y sala de conferencias Harpa (Reykjavik, Islandia) ganó la edición 2013 del Mies van der Rohe, premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea. El proyecto fue diseñado por las firmas islandesas Henning Larsen Architects, Studio Olafur Eliasson y Batteríið Architects.
Por otro lado, los arquitectos españoles María Langarita y Víctor Navarro recibieron la 'Mención Especial Arquitecto Emergente', por la Nave de Música Matadero (Red Bull Academy), una obra destinada a alojar un festival de música en Madrid, España.
El premio, creado en 1987 y cofinanciado por el Programa Cultural de la Unión Europea y la Fundación Mies van der Rohe, es entregado cada dos años a obras terminadas durante los dos años anteriores, propuestas por expertos y miembros de diferentes instituciones de arquitectura.
De acuerdo con un comunicado del premio, los ganadores de esta edición fueron seleccionados entre 335 participantes de 37 países europeos. Los proyectos finalistas fueron:
-Hall (Gante, Bélgica, proyecto de Robbrecht en Daem architecten, Marie-José Van Hee architecten).
-Superkilen (Copenhagen, Dinamarca, proyecto de BIG Bjarke Ingels Group, Superflex, Topotek1).
-Residencia para ancianos (Alcácer do Sal, Portugal, proyecto de Aires Mateus Arquitectos).
-Metropol Parasol (Sevilla, España, proyecto de J. Mayer H).
Los ganadores recibirán 60,000 euros (el premio principal) y 20,000 euros (arquitecto emergente); así como una escultura del artista catalán Xavier Corberó.
Harpa, Concert Hall de Reykjavik/ Islandia
"Harpa se ha convertido en un símbolo de esperanza y renovación. Es un gran ejemplo de cómo la inversión en los sectores culturales y creativos puede crear puestos de trabajo y unos beneficios económicos, sociales y culturales más amplios", dijo durante la ceremonia del permio Androulla Vassiliou, la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud.
La construcción de este edificio inició un poco antes de la crisis económica que golpeó a los países de Europa, entre ellos a Islandia, por lo que pudo haber sido un proyecto que se quedara en el olvido. Sin embargo, el gobierno y el ayuntamiento decidieron terminarla. A la fecha ha recibido casi 2,000,000 de visitantes desde que se inauguró, en 2011.
Situado sobre la línea que divide la tierra y el mar, este auditorio de 28,000 m2 es una gran escultura radiante que refleja el cielo, el puerto y el movimiento de la ciudad.
Como parte de su objetivo, se buscó generar vida en la zona y una mejor conexión entre el centro de la ciudad y el puerto de Reykjavik, a través de un nuevo centro, que contemplara una calle comercial, un hotel, viviendas, instituciones educativas y la industria mixta.
{galeria0}
La fachada, diseñada por Henning Larsen Architects con la colaboración de los arquitectos locales Batteríið Architects y el artista danés-islandés Olafur Eliasson, se inspira en la naturaleza y en la geometría, debido a las características formaciones del basalto de la región.
Hecha de acero y cristal en un sistema modular geométrico de doce caras de llenado en los llamados 'cuasi-brick (ladrillo)', el edificio parece un juego caleidoscópico de colores que se refleja en los más de 1,000 cuasiladrillos que componen la fachada sur.
El resto de fachadas y el techo son espacios planos bidimensionales de marcos estructurales de cinco y seis caras. Para desarrollar estas ideas se trabajó con varias técnicas de visualización digitales, así como modelos y maquetas.
La estructura cristalina, creada con las figuras geométricas de la fachada, capta y refleja la luz , por lo que la luz y la transparencia son elementos fundamentales en la construcción.
El edificio cuenta con un hall en la entrada, cuatro salas en el centro y una zona de backstage, con oficinas, sala de ensayos y vestuarios en la parte trasera del edificio. Las tres salas grandes se colocan una al lado de la otra con el acceso del público en el lado sur y backstage acceso desde el norte.
El cuarto piso es una sala multifuncional con capacidad para espectáculos más íntimos y banquetes. Los pasillos forman una montaña, que al igual que la roca basáltica en la costa, contrasta con su fachada expresiva y abierta.
La Nave de Música de Madrid/ España
Considerado por sus creadores como una 'matroiska' en el sentido físico y temporal, ya que un espacio y tiempo queda incorporado en el otro, este espacio fue construido en menos de dos meses dentro del antiguo conjunto industrial Matadero Madrid, ya que sería la nueva sede de la Red Bull Music Academy (RBMA) 2011, debido a que la ciudad de Tokio no podría albergarla por los desastres que sufrió.
La Red Bull Music Academy (RBMA) es un evento musical anual y nómada, realizado desde hace 14 años, en el que cada año una ciudad del mundo acoge a los 60 participantes internacionales seleccionados y los rodea de músicos, productores y dj's, para experimentar e intercambiar conocimientos en torno a la música.
El proyecto de la Nave de la Música se dedicó específicamente a la creación e investigación sonora. La construcción se planteó como una estructura temporal, basada en criterios de adaptabilidad y reversibilidad que facilitaran reconfiguraciones totales o parciales del espacio en el tiempo.
En condiciones de urgencia, se buscó constituir una infraestructura que fuese capaz de responder a necesidades técnicas y acústicas precisas, de acelerar, favorecer y enriquecer una serie de relaciones artísticas muy intensas que se iban a dar entre los músicos participantes, y a su vez añadir una envolvente o un escenario donde todo esto iba a ser registrado y archivado.
{galeria1}
La propuesta se desarrolló bajo cinco criterios de acción:
1. Plazos y economía. El diseño atendió a plazos y presupuesto ajustados, por lo que la edificación se llevó a cabo a partir de soluciones de construcción ligera, buscando un equilibrio entre estandarización y adaptabilidad.
2. Respeto a la nave. La nave 15 de Matadero es un espacio diáfano de unos 4,700 m2, abierto al exterior, de estructura metálica y fachada de ladrillo. Se buscó no intervenir sobre la nave y dejar su estructura original.
3. Condiciones de programa. El programa determinó una configuración que constara de cuatro partes: zona de oficinas, estudios para músicos, estudio de grabación y una zona de conferencias, radio y lounge. Para ello, se instalaron sistemas constructivos y espaciales que permitieran la reconfiguración de los espacios para programas futuros.
4. Acústica. Los condicionantes acústicos determinaron las geometrías, los materiales y las soluciones constructivas. Cada una de las áreas resuelven necesidades acústicas de forma específica: muros masivos en los estudios de grabación, superficies absorbentes de las cúpulas textiles en la sala de conferencia, por ejemplo.
5. Temporalidad. El proyecto se pensó para ser desmantelado sin dejar huella. Se buscó que las intervenciones permitieran un fácil reciclaje en el futuro.