Subastan icónica mansión del diseñador Gianni Versace
La lujosa villa en Miami Beach que el diseñador italiano Gianni Versace decoró fue puesta a remate a 25 millones de dólares (mdd). El 17 de septiembre, cuando se realice la subasta, se dará a conocer el nombre del nuevo dueño.
Esta mansión mediterránea fue construida en 1930 por el arquitecto y filántropo Alden Freeman, quien "quiso hacer con ella un homenaje a la casa más antigua en el hemisferio occidental, la de Alcázar de Colón, en Santo Domingo" República Dominicana, erigida en 1510 por Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón.
"No hay nada más icónico en Miami Beach que Casa Casuarina", dijo Jill Eber, una corredora de bienes raíces de lujo del sur de Florida de la firma Coldwell Banker, tras insistir que si bien los últimos propietarios hicieron cambios para desarrollar el hotel que funcionó allí hasta ahora, "el espíritu de Versace se ve y se siente en todas partes".
La familia Versace se deshizo de esta propiedad tras la trágica muerte del diseñador de modas, a quien disparó el asesino en serie Andrew Cunanan en las puertas de esta casa, en julio de 1997, y en 2000 fue comprada por Peter Loftin por 19 mdd.
"Tenemos personas que quieren comprar la casa de todas partes del mundo, varios nos han contactado de Rusia y de América del Sur", dijo a la AFP Adam D. Marshall, abogado de los propietarios de la llamada Casa Casuarina, que por problemas entre los socios decidieron declararse en quiebra.
Por ahora, todos los aspirantes a propietarios de esta mansión, recargada de mármoles y mosaicos y ubicada en primera línea de playa en la turística calle Ocean Drive de Miami Beach, Florida (sureste de EEUU), "quieren que sus identidades se mantengan bajo confidencialidad", indicó Marshall.
"Nadie quiere por el momento que se conozcan sus activos y su poder financiero públicamente", agregó Marshall.
La Mona Lisa del mercado inmobiliario
Casa Casuarina cuenta con 6,100 me2 en los que se reparten 10 habitaciones, 11 baños, pisos de madera, esculturas de medusas y frescos mitológicos, dos terrazas en la azotea con una vista privilegiada a la playa y en lo más alto, un observatorio con todo lo necesario para echarse a ver las estrellas: cojines grandes, sillones playeros y un bar al alcance de la mano.
Cada uno de los espacios está decorado con los muebles que dispuso en su momento Versace, incluso una cama de tamaño "super, super, super king" en la habitación The Villa Suite, que en su día ocupó el diseñador de moda italiano y que cuenta con un enorme baño, un "walking closet" hecho en carpintería fina e incluso una terraza pequeña con vista al mar.
Una de las mayores atracciones de la casa es una piscina de casi 17 metros de largo decorada con mosaicos, un borde bañado en oro de 24K y una línea de palmeras tropicales que, además de dar sombra, blinda las zonas abiertas de la vivienda de los lentes de eventuales paparazzi.