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Brad Pitt se pone creativo y diseña una línea de muebles

Los muebles, realizados con Frank Pollaro, combinan madera, metal, vidrio, piedra, un diseño impecable y una manufactura artesanal.
jue 18 julio 2013 06:43 PM
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Brad Pitt_3 - (Foto: Cortes�a Pollaro Custom Furniture)

"Cuando usted piensa en la silla de sus sueños, en la repisa que quedaría perfecta junto   a la ventana por donde se filtra esa luz especial, en la textura que debe tener la mesa ideal, ¿piensa en el diseño, en los materiales o en la construcción? ¿Se puede tener todo? Para el actor Brad Pitt y el diseñador Frank Pollaro, esta pregunta se volvió un reto y éste un acontecimiento: el lanzamiento de la exclusiva colección de muebles Pitt-Pollaro, descrita sin rubor por este último como "la suma del diseño con la ejecución perfecta".

Muebles que combinan madera, metal, vidrio, piedra, un diseño impecable y una manufactura artesanal, son el resultado de la colaboración entre Frank Pollaro, presidente de Pollaro Custom Furniture, Inc., y el muy conocido actor Brad Pitt. Las piezas, de edición limitada, van acompañadas de la firma de sus dos creadores y numeradas para garantizar su originalidad. Estas marcas de autenticidad van grabadas en la madera, estampadas en el metal, o añadidas en una plaquita de bronce, y se han vuelto el sello distintivo de Pitt-Pollaro.

La historia de esta colección empezó en 2008, cuando Brad Pitt decidió que necesitaba un escritorio nuevo y eligió a Frank Pollaro para que le hiciera una pieza exquisita y personalizada. La elección no pudo ser mejor. Pollaro es uno de los fabricantes de muebles de diseño con mayor prestigio, conocido en particular por su dedicación y habilidad en el trabajo de piezas de madera. Desde los once años de edad, decidió que quería convertirse en un maestro ebanista, e inició como aprendiz  en un establecimiento mientras estudiaba en el Art Institute de Philadelphia. Cuando inició su propio negocio, se dedicó a perfeccionar las técnicas para trabajar la madera de los ebanistas de principios del siglo XX.

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

Se cuenta que aunque sus primeros años fueron exitosos, en realidad no le retribuyeron mucho económicamente, de manera que durante la primera década del negocio el joven Frank vivía en su taller. Con los años su reputación fue creciendo y así lo hizo también su base de clientes, hasta que logró instalar su compañía y un amplio taller en Union City, Nueva Jersey, en donde  se convertiría en todo un fenómeno que ahora ya cuenta con 25 años de trayectoria.

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El día de la entrega del escritorio, Pollaro decidió llevarlo personalmente al castillo de los Pitt, en el sur  de Francia. Durante la instalación, Brad y Frank descubrieron que compartían una pasión por los muebles y por los detalles finos. Discutieron horas sobre historia del diseño y su apreciación de materiales, tanto nuevos como antiguos, así como sobre su pasión por la perfección. 

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

Mientras conversaban, Pollaro vio un cuaderno con bocetos sobre una mesita. Cuando lo abrió, descubrió cientos de dibujos con diseños de muebles que Pitt había hecho durante la última década, y en ese momento surgió la idea: convertir en realidad los diseños surgidos de la mente del actor. Lo que siguió, asegura Pollaro, fue elegir cuáles de estas piezas se convertirían en  las primeras de la colección Pitt-Pollaro. 

"Nuestra inspiración empezó con una pasión compartida por el buen diseño y la ejecución perfecta", comenta Pollaro en entrevista con Ointeriores. "Buscamos que   cada pieza tenga los mismos estándares. Lo que guió  el diseño fue la visión de Brad; mi parte está en la ejecución. Brad tiene la visión de lo que es el buen diseño y yo libero sus ideas transformando esos diseños en objetos tridimensionales con las mejores técnicas artesanales del mundo. Cuando todos esos elementos se combinan, los resultados son estupendos: diseñado por Pitt, construido por Pollaro".

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

La primera parte de la colección consiste en doce piezas: una cama, dos comedores, tres mesas de cóctel, dos club chairs, un mueble de estantería, una tina de mármol  y una instalación decorativa de pared. Cada una de estas piezas fue realizada a mano en el taller de Pollaro en Union City, Nueva Jersey. Todas son de edición limitada y cada una puede ser personalizada en términos de materiales, acabado y accesorios para ajustarse al paladar decorativo del cliente. Aunque los precios no son públicos, Pollaro ha dicho que una silla con un precio de 45,000 dólares puede adaptarse en materiales más económicos para dejar su costo en una fracción.

De acuerdo con Pollaro, el propósito de la colección es presentar mobiliario nuevo a coleccionistas y a gente que aprecia el diseño novedoso y la ejecución perfecta. Y llama la atención cómo a lo largo de todas sus respuestas insiste en el factor "perfección".

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

"La colección es para gente que disfruta estar rodeada de formas interesantes, que al mismo tiempo sean prácticas y funcionales. Creemos que las piezas pueden estar en cualquier habitación porque son compatibles con otras  de una amplia variedad de periodos", explica.

Para crear las primeras piezas de la colección, Pitt fue un paso más allá en el diseño construyendo personalmente modelos con alambre o arcilla. Pollaro recuerda que en el caso de los comedores, construyó hasta 20  o 30 modelos y de ahí se seleccionaron los más sólidos "mientras bebíamos algunas botellas de vino". Estos modelos fueron traducidos en bocetos más acabados por diseñadores del taller de Pollaro, con los que se podían estudiar los aspectos de ingeniería. Después de varias revisiones por parte de ambos, en sesiones de trabajo de entre ocho y doce horas, los diseños fueron convertidos  a representaciones más realistas (renders). Pollaro relata cómo Pitt visitaba el taller con frecuencia para formar parte del proceso de desarrollo y selección de materiales del inventario de Pollaro, que se caracteriza por tener elementos raros y únicos.

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

"Brad y yo somos apasionados de los materiales. Puedo decir que Brad ha traído materiales que son nuevos para mí y yo he hecho lo mismo", explica Pollaro. "Los elegimos tras revisarlos por varias horas. Yo he sentido siempre una inclinación por las maderas obscuras, ricas. Brad aprecia las mismas maderas pero también tiene interés en nuevos materiales. Hemos tratado   de reflejar estas cualidades en las piezas que hemos creado. Cuando seleccionamos un material en particular, vemos las muestras, las sentimos y conversamos por varias horas hasta que tomamos una decisión. Y él también se involucra en otras etapas de la producción: revisa las piezas, ajusta los colores y prueba la comodidad.La sola construcción de la cama tomó cerca de 2,600 horas; está profundamente comprometido. Los diseños son 100% Brad y la ingeniería, el confort y la ejecución perfecta son 100% Pollaro".

Aunque el diseñador se niega a revelar el monto de inversión inicial en la colección, reconoce que sus piezas son "expresiones de arte funcional" que no son para cualquier persona. 

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

Define a su cliente prototipo como alguien exitoso, con necesidad de poseer algo construido con los estándares más altos, y revela que quienes han comprado las primeras piezas son "coleccionistas de arte adinerados y diseñadores de interiores". No fueron revelados los nombres de los compradores de la colección Pitt-Pollaro, pero algunos de los clientes de la línea Pollaro son Amy Churgin, antiguo editor de Architectural Digest; Robert Rufino, vicepresidente de Tiffany & Co. (la compra fue para la tienda de Tiffany en la Quinta Avenida); David Geffen, de DreamWorks SKG, y Dana Messina, director ejecutivo de Steinway Musical Instruments.

Esta primera etapa de la colección fue construidas en cuatro años. Actualmente la empresa de Pollaro tiene 70 piezas en exhibición, incluyendo las de Pitt-Pollaro, y la colección está valuada en tres millones de dólares. 

 Cortesía: Pollaro Custom Furniture 

Además de la dupla diseño + ejecución, es evidente que la otra suma, la de su nombre con el de Pitt, también constituye un capital para la colección. Sin embargo, Pollaro afirma que la estrategia no va por ahí –y tan es así, que el portavoz oficial de la colección es el propio Pollaro; la única excepción que ha hecho Pitt fue conceder una entrevista para la revista Architectural Digest. 

"Nos estamos metiendo en la jugada de manera orgánica", explica Pollaro tratando de borrar la huella de los nombres y apuntando hacia sus creaciones. "Presentamos piezas en exhibiciones privadas, mezcladas con la colección Pollaro de reproducciones del siglo XX y con muebles modernos". Esperamos que "la audiencia se acerque a las piezas Pitt-Pollaro y las juzguen por su propio mérito. Brad y yo no queremos obtener un beneficio de su fama".

En su premier,en Nueva York, realizada en 2012,  muchas de las piezas fueron vendidas; se espera que en 2013 se realicen algunas exhibiciones más en otras ciudades. El día de la presentación, Pollaro expresó sobre  Pitt: "En el proceso he aprendido a respetar su trabajo, su ética y su compromiso con la excelencia".

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