Bellas Artes exhibe la influencia española en la arquitectura mexicana
En el marco del 75 aniversario del final de la Guerra Civil Española (1936-1939), se presentó la exposición "Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana", que podrá ser visitada del 14 de mayo al 3 de agosto en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes.
La muestra contiene 76 fichas biográficas de los arquitectos que vinieron a México y de aquellos que de niños arribaron por el conflicto y estudiaron esta disciplina en el país.
Además de videos, una docena de maquetas realizadas por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y alrededor de 300 imágenes que exhiben las obras de los arquitectos.
En conferencia de prensa, el catedrático de la UNAM, Juan Ignacio del Cueto, indicó que dentro de las celebraciones del fin del exilio español, también se realizará un congreso internacional con la misma temática de la muestra, más las experiencias de otros arquitectos italianos y alemanes que también sufrieron el exilio.
Comentó que este programa de actividades inició con la presentación de la "Guía Candela" y concluirá con otro volumen, "Arquitectos españoles exiliados en México", que se dará a conocer en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, al finalizar la muestra.
La muestra corre a cargo de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Facultad de Arquitectura de la UNAM y la Embajada de España en México.
Esta exposición también destaca la impronta que dejaron en el país los arquitectos que llegaron titulados y los llamados "arquitectos mexicanos nacidos en España", además de ingenieros, constructores, artistas plásticos, historiadores o críticos de arquitectura, de acuerdo con los organizadores.
En ese sentido, Del Cueto Ruiz Funes dijo que "no se llama arquitectos en México porque queremos abrir el panorama de la presencia del exilio en todo el quehacer arquitectónico", que comprende a los citados profesionales, además de fotógrafos e ilustradores.
Explicó que el auge de estos exiliados fue a mediados de los cincuenta y principios de los sesenta, cuando los más jóvenes terminaban de cursar sus estudios y se unieron a los profesionistas arcaicos.
Destacó que las obras más importantes de los arquitectos españoles fueron los paraguas de Félix Candela, arcos representativos de los mercados como el de Coyoacán y San Pedro de los Pinos, además del Palacio de los Deportes, creado para los Juegos Olímpicos México 1968.
Dentro de los arquitectos más destacados de la muestra se encuentran Tomás Bilbao (1890-1954), Francisco Azorín (1885-1975), el propio Félix Candela (1910-1997), así como los "arquitectos mexicanos nacidos en España" como Antonio Peyrí, colaborador en la creación del Palacio de los Deportes.
El arquitecto subrayó que no todos ejercieron la profesión en este país, pues hubo quienes prefirieron dedicarse a la docencia, como fue el caso de la profesora Nile Ordorika, presente en la mesa; Juan Benito Artigas y Pepita Saisó, entre otros.
Sobre los arquitectos, Ignacio del Cueto acotó que "los exiliados traían una formación en la parte técnica", pero al llegar a este país se sorprendieron con la arquitectura mexicana e hicieron sus aportes a partir de lo ya establecido.
Por su parte, la catedrática Nile Ordorika Bengoechea resaltó las obras de su hermano Imanol Ordorika (1931-1988), a quien catalogó como "uno de los más destacados del siglo XX que trazó la Anáhuac del norte y del sur así como el primer conjunto Iztacalco para el Infonavit.