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Los Pritzker: más arquitectura, menos espectáculo

La obra de Shigeru Ban, justamente reconocida con el Premio Pritzker, es muestra de creatividad, sustentabilidad y compromiso social.
jue 03 julio 2014 12:22 PM
Columna Antonio Toca (NUEVO)
Columna Antonio Toca (NUEVO) - (Foto: Archivo Obras)

Desde hace 35 años, el Premio Pritzker es referencia a nivel mundial. Muchos dicen que es el Premio Nobel de arquitectura, pero durante mucho tiempo fue más bien el Óscar que entrega Hollywood, pues sólo reconocía a un grupo de 'estrellas' y a sus arquitecturas escenográficas; era un reconocimiento a la arquitectura más espectacular y más grande. 

La libertad que la familia Pritzker ha dado al jurado fue aprovechada para promover a un selecto club de alabanzas mutuas; pero como todo cambia, desde 2009 sus miembros ya son diferentes e integran un equipo heterogéneo que representa a diversos países y múltiples criterios culturales. Ahora participan arquitectos como Kristin Freireiss, de Alemania; Glenn Murcutt, de Australia; Alejandro Aravena, de Chile; Jun Ho Chang, de China; Juhani Pallasmaa, de Finlandia; y la española Martha Thorne, actual directora del Pritzker.

Basta recordar los premios recientes para reconocer que son arquitectos con una práctica más creativa y relacionada estrechamente con su contexto físico cultural: Peter Zumthor (2009), Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (2010), Eduardo Souto de Moura (2011), Wang Shu (2012), Toyo Ito (2013) y este año Shigeru Ban.

Shigeru Ban (1957) es un arquitecto japonés formado en el Southern California Institute of Architecture (1980), con posgrado en la escuela Cooper Union de Nueva York (1984). Trabajó en la oficina de Arata Isozaki, en Tokio, y después fundó su propio taller. A partir de 1995 inició una serie de casas que incluyen la Curtain Wall, en Tokio, y la Naked, en Saitama (2000), en las que logró la máxima eficacia con los mínimos materiales.

Su experiencia en Ruanda (1995), ante la grave situación de miles de refugiados que perdieron sus casas, fue insólita: construyó casas con tubos de cartón, de manera rápida y económica. Ese mismo año, en el terremoto de la ciudad de Kobe, participó en la construcción de refugios con el mismo sistema, que ha refinado desde entonces, como es el caso de la Iglesia de cartón y el Pabellón de Japón en la Expo de Hannover (2000). Shigeru Ban ha participado en programas similares tras los terremotos de Turquía (2000), India (2001), Italia (2009), Haití (2010) y Onagawa (2011), donde además diseñó la Sala de conciertos en L'Aquila.

El éxito de esas experiencias lo hizo famoso. A pesar de eso trabaja sin cobrar honorarios en una organización no gubernamental creada por él mismo, algo que avergonzaría a muchos, si tuvieran esa calidad moral. También trabajó en Fukushima, donde otros arquitectos han participado en la reconstrucción tras el maremoto.

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Si quedara alguna duda sobre su creatividad y talento, el Museo Nómada (2005-2010) fue la prueba de que sólo con contenedores metálicos pudo lograr una obra extraordinaria.

Por otro lado, en obras recientes como el museo Pompidou, en Metz, o el Club de golf, en Corea (2010), el arquitecto ha mostrado un gran refinamiento técnico, con estructuras elegantes y simples.

La obra de Shigeru Ban, justamente reconocida con el Premio Pritzker, es muestra de creatividad, sustentabilidad y compromiso social, un modelo para los arquitectos jóvenes y un ejemplo para la profesión. 

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*Arquitecto e investigador de temas de urbanismo.

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