La pequeña 'catedral' gótica
"En este templo oficiaron los curas Miguel y José Joaquín Hidalgo. 1794", dice una placa instalada en la fachada de la parroquia de San Miguel Arcángel. Sin embargo, tanto el prócer como su hermano y correligionario conocieron un edificio muy distinto del actual.
Originalmente, la villa de San Miguel el Grande, hoy San Miguel de Allende, en Guanajuato, fue ideada como una colonia militar para proteger el camino a Zacatecas, población minera muy importante. La parroquia fue edificada en algún momento entre 1555 y 1564, por religiosos franciscanos en estilo plateresco, el más sencillo de la era novohispana. La clásica y común fachada
o portada estaba flanqueada por dos torres convencionales.
La obra tuvo un primer siglo difícil, puesto que se derrumbó en 1649, de acuerdo con un texto de la revista Lado por Lado (No. 9, 2007). Aunque reconstruida, pronto requirió una nueva intervención que "culminó aproximadamente en 1709, pero con una apariencia de estilo barroco... Se sabe que en 1683 se había concluido ya el cuerpo principal de la iglesia". El responsable fue el arquitecto Marco Antonio Sobrarías.
Tomado de México a través de los siglos, Tomo II-
Las obras de reconstrucción que iniciaron en 1890 modificaron la estructura clásica del edificio religioso.
Hacia 1880 fue comisionado Zeferino Gutiérrez Muñoz, maestro cantero autodidacta, para que transformara la parroquia una vez más. El cambio fue radical y abarcó una década en que se logró su rosada silueta. De hecho, sufrió demoliciones intencionales, aunque por dentro se conservó más bien neoclásica.
Aunque no al mismo tiempo, se modificó la portada, los nichos, la ventana coral, el atrio, la torre campanario del reloj y los altares del interior. Las torres fueron sustituidas enteramente por las que hoy posee.
El estilo en el que trabajó Gutiérrez es neogótico y fue inspirado en catedrales europeas, en especial las alemanas. Con esa idea dotó a la parroquia de una proporción vertical esbelta, con arcos de punta, pilares afiligranados y remates de aire medieval que guardan una bella simetría.