Arquitectura sustentable para el aprendizaje escolar
El aprendizaje significativo es aquel que se da por medio de la experiencia y muchos modelos escolares actuales están siguiendo líneas de diseño que permiten a los alumnos "aprender haciendo".
Un ejemplo es la Primaria Aquiles Serdán, ubicada en la Colonia Américas, Miguel Hidalgo, donde a finales de 2011 se colocaron huertos alimenticios como parte del proyecto gubernamental SaludArte, que consiste en la creación de escuelas de tiempo completo. Dichos huertos son parcialmente atendidos por los niños de manera extra académica y los productos son utilizados para cocinar los alimentos que se les ofrecen.
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Israel Tovar, M. Arquitecto encargado del proyecto, platicó a obras que "es altamente demostrativo y significativo para los niños tan sólo meter las manos a la tierra, para ver cómo algo crece de la tierra y luego cosecharlo para comerlo”, pues “entienden cómo trabajan las cosas". También se incluyeron áreas para composteo y manejo de áreas residuales, pues además de tener beneficios ambientales, "los desechos y subproductos también sirven para tomar conciencia de las responsabilidades que tenemos sobre esto", agrega Tovar.
Mara Robles, entonces secretaria de Educación del Distrito Federal, propuso al chef Olvera (Pujol) para la creación de los menús escolares con base en los alimentos cultivados, y éste a su vez, recomendó a Lily Foster (Huertos Concretos) para diseñar propiamente el huerto.
La directora de la escuela, Adriana Núñez, ha reportado que los niños tienen más resistencia, subieron sus calificaciones, participan mucho y se han vuelto una especie de gestores de sus actividades co-curriculares. Se tiene registrado que incluso, los mismos niños instruyen a sus papás en temas de alimentación. Ya no admiten refresco ni chatarra. Los padres de familia también se han involucrado en el cuidado de las instalaciones.
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El programa de SaludArte se inspiró en la escuela Martin Luther King Jr. Middle School, en Berkeley, bajo la iniciativa de la chef Alice Waters, que desde hace cerca de 20 años ha trabajado en la "educación comestible" con buenos resultados en distintas áreas, incluyendo ciencias y humanidades.
Así, la sustentabilidad entendida como ecotecnologías con gestión comunitaria y para el beneficio social se está probando como un modelo educativo que logra planes de estudios más relevantes y atractivos.
Además de las conexiones académicas intencionales, “el plan de estudios también desarrolla en los estudiantes un sentido de curiosidad y dignidad; la capacidad de trabajar en equipo; el respeto por uno mismo y los demás; el aprecio por la diversidad; y una comprensión de cómo el ritual de comer juntos en la mesa conecta a las familias y las comunidades”, señalan los estándares del Schoolyard de Berkeley.
Foster habló durante la Semana de la Sustentabilidad de la UAM Azcapotzalco, celebrada en abril de 2015, de cómo los niños de la primaria Aquiles Serdán no tenían idea de cómo llegaban las verduras al supermercado y comparativamente, después de participar en el cuidado de los huertos, tienen una mayor conciencia sobre el valor de la comida, aprendido vivencialmente.
“Se dan cuenta de que una zanahoria tarda nueve meses en crecer y que para esto requiere cuidados. Así que es muy distinto ahora cuando la tienen en su mesa”, comentó.
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