Certificación trinacional, prueba de resistencia para arquitectos
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Casi cinco años le tomó a Germán Arvizu Loyola obtener la certificación internacional para ejercer como arquitecto independiente en San Antonio, Texas, Estados Unidos. El proceso no fue fácil, a él y a Raúl López Ramírez, la primera generación de arquitectos certificados internacionalmente, les tocó abrir el camino para que su profesión fuera reconocida en Estados Unidos y Canadá.
"Actualmente los arquitectos mexicanos pueden ejercer en América del Norte si son contratados por alguna empresa, sólo necesitan una visa especial para ejercer", explicó Arvizu.
En cambio, la certificación internacional les permite poner un despacho, conformar su propio equipo de trabajo y que su firma sea reconocida en los proyectos que dirijan o ejecuten en el extranjero.
La posibilidad de obtener la certificación internacional para los arquitectos surgió hace 18 años, cuando la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana (FCARM), el National Council of Architectural Registration Boards (NCARB) de Estados Unidos y la Canadian Architectural Licensing Authorities (CALA) de Canadá firmaron el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo Trinacional, que reconocía la profesión en los tres países. Pero fue hasta enero de 2014 que se hizo realidad y sólo dos arquitectos lo lograron.
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Para aprobar el proceso, Germán Arvizu tuvo que presentar un libro de 450 páginas que documentaba, con proyectos y fotos, 10 años de experiencia en México. "Dos años tardaron los expedientes en ser revisados y aprobados", dijo el arquitecto.
En agosto de 2013, el arquitecto fue llamado a entrevista en la ciudad de Washington y en un panel frente a un jurado de expertos en arquitectura resolvió dudas sobre su experiencia profesional y cómo algunos de sus proyectos podían aplicarse a la sociedad estadounidense y canadiense. En enero de 2014 recibió una carta de aprobación emitida por el NCARB.
La certificación que obtuvo Arvizu le permite trabajar en 46 jurisdicciones de las 54 que tiene Estados Unidos. Sin embargo, deberá sacar una licencia con un costo aproximado de 250 dólares en cada estado donde quiera ejercer.
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La certificación trinacional tiene un costo de 7,500 dólares, la renovación anual cuesta 250 dólares. Otro de los requisitos para conseguirla es haber obtenido la certificación nacional que otorga el Consejo Nacional de Registro de la Certificación Profesional (CONARC) de la FCARM a través de sus Colegios de Arquitectos.
"Con el camino ya andado, la certificación trinacional podrá obtenerse en seis meses", aseguró la Coordinadora Ejecutiva del Conarc, Maribel Fisher, quien espera que 10 arquitectos integren la segunda generación en obtener la certificación trinacional. La tercera convocatoria estará disponible en diciembre del 2015.