Calatrava abre las puertas del Museo del Mañana en Río de Janeiro
El Museo del Mañana de Río de Janeiro, inaugurado el jueves, no será un mero "local de exposiciones", sino una "arquitectura parlante", según palabras de su creador, el arquitecto Santiango Calatrava.
Ubicado en la Bahía de Guanabara, en la renovada zona portuaria de la ciudad, parte de las obras para los Juegos Olímpicos de 2016, el museo fue inaugurado por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el alcalde de Río, Eduardo Paes.
La construcción de este nuevo museo de ciencias llevó tres años y tuvo un costo de 215 millones de reales, (56 millones de dólares en el cambio actual). Abrirá sus puertas al público el sábado 19 de diciembre por la mañana y la entrada será gratuita hasta la noche del domingo.
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Moderno e innovador, es el primero en tratar las posibilidades de construcción en el futuro y llevará al público a reflexionar sobre el impacto de sus acciones en el planeta, explicó el físico Luiz Alberto de Oliveira, responsable del contenido del museo, al presentar la maqueta.
Para el arquitecto valenciano, la obra también transmitirá conceptos de ecología y sustentabilidad a quien la vea, que es el objetivo del museo.
Durante el acto inaugural, Calatrava explicó que desde el principio estuvo "rodeado de gente con las ideas muy claras" y con un "contenido preexistente" y que intentó complementar esa base ofreciendo un edificio ubicado en la Plaza Mauá que "se puede leer como contenido en sí mismo".
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Las bromelias del Jardín Botánico de Río sirvieron de inspiración al arquitecto español. La estructura de 18 metros de altura, acero pulido y cemento blanco, fue edificada en medio de una gran zona verde de 30,000 m2 con jardines, fuentes, una pista de ciclismo y parque de juegos.
"Uno no necesita comprar un billete para entrar en el museo", dijo haciendo referencia a la posibilidad de pasear por los jardines, y eso "es muy importante porque lo hace más cívico y en cierto modo democrático", porque todo el mundo podrá "participar del mensaje y lenguaje" de éste.
El edificio, con una concepción ecológica, tiene 15,000 m2 y utiliza para su climatización el agua de la bahía. Los asistentes podrán ver cómo se filtra el agua de la bahía de Guanabara y cómo regresa a la ensenada, lo que constituye "una lección para hacer entender a todos que un día la bahía estará limpia".
En su techo, grandes estructuras en acero que se mueven como alas servirán para captar la energía solar gracias a 5,492 paneles fotovoltaicos en 24 módulos.
*Con información de EFE y AFP