El cubo luminoso que la firma mexicana Aidia Studio propuso como museo en Seúl
CIUDAD DE MÉXICO. Un cubo que refracta la luz en miles de haces de color y con interiores que recuerdan los elementos básicos de la fotografía, fue la propuesta del despacho mexicano de arquitectura Aidia Studio para el Museo de Arte Fotográfico de Seúl, Corea, un proyecto que, aunque no fue seleccionada, es una muestra de que la firma apuesta activamente por proyectos en todo el mundo tras ganar un concurso para otro museo en Emiratos Árabes Unidos.
El concepto del espacio diseñado por la firma parte de que un museo fotográfico debería ser una celebración de la luz y la arquitectura puede crear con ella múltiples atmósferas y efectos para generar una experiencia.
Así, primero se decidió que la estructura básica del complejo fuera un cubo, como un enfoque matizado entre la tensión creada por los inmuebles colindantes: el complejo Campus 50 Plus y sus geometrías articuladas y la forma futurista del Museo de Ciencias Robóticas.
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Luego siguió la fachada, la cual se pensó para reflejar, refractar la luz y dispersarla. El diseño de esta piel incorpora prismas acrílicos como su capa más externa para atrapar y romper la luz del sol mientras la filtra a propósito en los diferentes espacios del edificio. A través de la gradación, los paneles prismáticos aumentan su ángulo y longitudes de inclinación a medida que se elevan hacia el edificio con el objetivo de maximizar la cantidad de luz.
No obstante, en el extremo interior del sistema de fachada hay un panel sombreado con un acabado de espejo que reduce la luz en cada nivel y con ello protege las galerías del museo del resplandor directo y los rayos UV, al tiempo que proporciona una luz difusa óptima para las obras de arte y su observación.
El complejo tiene así una piel camaleónica, que cambia según la calidad e intensidad de la luz durante el día y durante todo el año.
El edificio está retranqueado en el terreno y abre una plaza pública en su parte delantera con dos espejos de agua que reflejan los patrones de luz de la fachada. También tiene un patio hundido que ofrece un escenario.
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Al interior los materiales son un contraste de blanco y negro. El vestíbulo del museo y los vestíbulos de distribución están revestidos de vidrio negro brillante que se asemeja a una película fotográfica. Las galerías son cajas de iluminación blancas, opacas, con pisos de terrazo blanco sin juntas que permiten una flexibilidad total de exhibición de obras de arte. Este principio básico se repite en cada nivel y está diseñado para establecer un flujo intuitivo para el visitante.
El complejo prevé un sistema de piso elevado que permitirá un sistema de ventilación por debajo del piso, como una forma más sostenible de ventilar un espacio alto y liberar el techo para un sistema de iluminación más refinado.
La Municipalidad de Seúl organizó este concurso, el cual concluyó el 19 de noviembre, y exigió a las firmas extranjeras asociarse con un despacho local. Aidia Studio se asoció con ArchiWorkshop, aunque el diseño es de autoría exclusiva del despacho fundado en 2018 por Rolando Rodríguez Leal y Natalia Wrzask, y con oficinas en la Ciudad de México y Londres.
La oficina de arquitectura ganó en octubre el primer lugar de la competencia Premio Tamayouz Rifat Chadirji 2019 con un diseño para la construcción de un museo de arte árabe moderno en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos, el cual albergará la colección de la Fundación Barjeel.
