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Los tres elementos arquitectónicos que caracterizan al Palacio de Minería

El edificio, diseñado por Manuel Tolsá, albergará la Feria Internacional del Libro hasta el 2 de marzo
lun 24 febrero 2020 11:50 AM
Palacio de Mineria
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Frenta a Plaza Tolsá, en la colonia Centro de la Ciudad de México, se encuentra uno de los recintos que forman parte del patrimonio artístico y cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): el Palacio de Minería.

El edificio, que cuenta con 19,929 metros cuadrados de superficie construida, es sobre todo visitado durante la Feria Internacional del Libro (FIL), que este 2020 se lleva a cabo del 20 de febrero al 2 de marzo. Ha sido su sede desde 1979, primer año en que se realizó el evento como se conoce en la actualidad.

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Los visitantes del recinto pueden apreciar una obra arquitectónica construida del 22 de marzo de 1797 al 30 de abril de 1813, diseñada por el arquitecto Manuel Tolsá . El también escultor planificó el que después fuera conocido como el primer palacio neoclásico, con el objetivo de albergar, en el siglo XIX, al Real Seminario de Minería y Real Tribunal de Minería.

La edificación cuenta con elementos protagónicos que le dan identidad, como la fachada, escaleras centrales, patios y pasillos, entre otros. Aquí te presentamos detalles sobre tres componentes del Palacio de Minería.

1. La fachada, que mide 90 metros de longitud, está compuesta con líneas rectas que une a todos los elementos con columnas. Tiene tres arcos de medio punto. También cuentan con un característico elemento usado en otras obras del autor: capiteles de las pilastras y a las balaustradas en la parte superior del edificio con remate de urnas o macetones.

“Por sus grandes líneas horizontales, por su cuerpo central con el pórtico, por las portadas laterales, por la sobriedad y la elegancia de sus proporciones, por sus soluciones llenas de gracia y dignidad, esta fachada principal es de un efecto grandioso en el que están ausentes la pesadez y la monotonía”, dijo el esteta Justino Fernández, en el libro El Palacio de Minería de la UNAM.

2. La escalera imperial se encuentra al fondo y centro del patio central. Es similar a la del Palacio de la Aduana en Valencia, construida entre 1758 y 1764. Tiene los balaustres dispuestos según su inclinación y no en huella de peldaños. Además, los remates son bolas ovoides.

En las portadas laterales hay arcos rebajados del vestíbulo del palacio con ménsulas que cuelgan de la parte curva. Estos elementos son característicos de la decoración valenciana de la época, y por la que estuvo fuertemente influido Tolsá, indicó el historiador Joaquín Bérchez.

3. Después de que los visitantes atraviesan el vestíbulo del Palacio, se encuentran con el patio, que en la actualidad alberga las meteoritas férreas más grandes del mundo.

El espacio está formado por veinte arcos almohadillados y columnas dóricas empotradas en los machones. Éstas forman dos pórticos en cada lado del patio.

“Sobre los capiteles jónicos descansa un arco rebajado por el intermedio de un arquitrabe siguiendo el friso y después la cornisa con balaustrado y jarrones correspondiendo a las columnas”, describió el arquitecto Manuel F. Álvarez en su libro El Palacio de Minería.

Festejan 200 años de la construcción del Palacio de Minería

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Sin embargo, el Palacio de Minería no fue así desde su concepción. En 1830 tuvo que ser intervenido ya que, al estar construido sobre el lecho seco de un lago, comenzó a hundirse; sufrió desplomes, crujidos y grandes cuarteaduras. En la remodelación se respetó el estilo de Tolsá.

En 1867 el edificio fue ocupado por la Escuela Nacional de Ingenieros; institución que ordenó grandes modificaciones en la construcción. Una de ellas fue la destrucción de todos los patios interiores ponientes para poder alojar una piscina.

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Ciudad de México Centro Histórico diseño arquitectónico Museos Literatura

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