Algunas de las edificaciones que fueron contempladas para darle el premio, en la actualidad pueden ser visitadas por el público en general. El jurado del Premio las calificó como metafísicos.
“Ha creado jardines, plazas y fuentes de belleza inquietante, paisajes metafísicos para la meditación y el compañerismo. Una aceptación estoica de la soledad como el destino del hombre impregna el trabajo de Barragán”, comentó Pritzker.
1. Casa Estudio Luis Barragán
La residencia, que fue su hogar, se encuentra en el número 12 y 14 de la calle General Francisco Ramírez en la colonia Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México. Fue construida en 1947. La fachada no llama la atención. Se trata de un solo muro, casi sin tratamiento, similar al del resto de las viviendas del sitio.
Pero en el interior, las líneas y figuras geométricas se combinan con el juego de luces teñidas por cristales de colores, y tonos vibrantes y distintos en las paredes.
El público puede visitarla con cita previa. El precio de entrada es de 400 pesos a extranjeros, 300 a mexicanos y precios especiales a estudiantes, profesores y adultos mayores.
2. Cuadra San Cristobal
Esta casa se encuentra en Atizapán, Estado de México. Barragán la realizó en 1964 pensando en una comunidad de caballistas, por lo que no dudó en hacer del estanque uno de sus elementos protagonistas.
En el lugar, conjuga la armonía de la naturaleza con sus estructuras pulcras y, de nuevo, coloridas. Se puede visitar el lugar también con cita, y el costo de la entrada es de 400 pesos.
3. Capilla de las Capuchinas
Se trata de una capilla ubicada en la colonia El Capulín en la delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México. Se trata de un espacio religioso distinto a los tradicionales. En él, no predominan las figuras de santos; la protagonista es la luz.
De nuevo, Barragán utilizó cristales de colores para dar calidez al ambiente. En el atrio principal predominan los tonos rosados, y en la trama del coro, escogió el amarillo.
El arquitecto decidió hacer el diseño de la obra gratis. La edificación tardó siete años en contemplarse y al final, el mexicano ganador del Pritzker ayudó a financiarla.
Se puede visitar con previa reservación y al pagar 200 pesos por la entrada.