La Fuente de Belén, mejor conocida como de Chapultepec, una de las más antiguas de la Ciudad de México, se encuentra abandonada y prácticamente partida a la mitad, por lo que el divulgador de historia Enrique Ortiz ha pedido a las autoridades que se rescate y rehabilite.
Su propuesta, publicada en el portal change.org, ha sido fuertemente apoyada por FundarqMx (Fomento Universal para la Difusión Arquitectónica de México A.C.), quienes también exigen a organismos como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la restauración del monumento virreinal.
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La fuente, estilo barroco, suministró agua a la población del centro de México cuando fue construida, en el siglo XVIII, entre 1755 y 1760, durante el gobierno del virrey Agustín de Ahumada y Villalón. En 1931 la clasificaron como monumento histórico.
Tuvo conexión directa con el acueducto de 904 arcos, del cerro, pero cuando se agotó el líquido de los manantiales, fue reubicada.
En 1971, cuando Luis Echeverría Álvarez era jefe del Departamento del Distrito Federal, el monumento de cantera fue reubicado en avenida Chapultepec y Circuito Interior Maestro Vasconcelos, en donde se encuentra en la actualidad.
Una parte de ella fue colocada sobre un cajón del Metro y otra en terreno natural, lo que ha provocado la aparición de una grieta que la afecta de manera severa.
Recientemente se remodeló avenida Chapultepec como parte de una estrategia de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México. Sin embargo, no hubo intervención alguna a la fuente.
La última ocasión en la que se planteó recuperarla, fue cuando se construyó un nuevo Centro de Transferencia Model (CETRAM), sin embargo, el proyecto no se concretó. Por lo que Ortiz, ha solicitado a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, a la Secretaría de Cultura y al INAH, entre otras instancias, a detener y revertir el deterioro del monumento.