“En el pasado, el tiempo frente a la pantalla abarcaba una duración limitada en la vida diaria en la vida de un arquitecto, una figura que se imaginaba como un cuerpo y una mente individual creativa y autónoma. Ahora el arquitecto está conectado al aparato. El peligro es que nos definimos por nuestra productividad y que este tiempo se equipara con horas trabajando con pantallas”, dijo Jeanne Gang, directora de Studio Gang.
SIn embargo, este tiempo frente al monitor también ha sido alimentado por las reuniones virtuales entre personas de todo el mundo. Aunque se pierde la cercanía y calidez de las reuniones físicas, juntas a través de videollamadas serán cada vez más frecuentes.
“Todos están familiarizados ahora en todos los ámbitos (con la tecnología necesaria), por lo que quizás los beneficios de ahorrar carbono y el costo de los viajes serán más ampliamente aceptados”, puntualizó Jeanne Gang.
Sin embargo, para el profesor y arquitecto Antoine Picon aún se necesita aprender a trabajar en la pantalla, en lugar de otro tipo de herramientas, para poder lograr un trabajo en línea efectivo. Al ser una profesión que no estaba acostumbrada a manejar todo en internet. Por lo que considera pertinente hacer la pregunta: ¿qué significa ser capaz de transmitir solo cosas que se pueden ver en las pantallas?.
Pero ya hay investigadores que en el pasado intentaron responder estas preguntas y trazaron caminos por los que se puede continuar. Por ejemplo, el año pasado José Luis García del Castillo y López publicó su Introducción al diseño computacional. "Lo que sucedió de inmediato fue que una gran comunidad creció a partir del recurso en línea: personas que comentaban sobre los videos, personas que transmitían la lista de reproducción en las redes sociales, y muchas personas se comunicaban conmigo por redes sociales". medios y correo electrónico agradeciéndole por la contribución y pidiendo 'auditar' la clase ", dice del Castillo.
