“El padre de la arquitectura iraquí moderna”, Rifat Chadirji, quien construyó más de 100 edificios en todo el país, falleció el pasado 10 de abril en Londres, a los 93 años, por complicaciones derivadas del Covid-19 (coronavirus). Es el cuarto gran personaje del sector que ha perdido la vida durante la pandemia.
En 1952, después de haber estudiado arquitectura, comenzó a trabajar en “experimentos” de diseño, en los que se inspiraba en las construcciones tradicionales de Irak, pero con el objetivo de atender las necesidades sociales contemporáneas. Así, Chadirji logró formar un estilo con un enfoque único, al que llamó: regionalismo internacional.
Publicidad
Con este concepto se unió al Grupo Modern Bagdad, fundado en 1951. Ahí, los miembros buscaron combinar la historia de diseño de Irak, con el arte y arquitectura modernos. Así, encontraron una estética exclusiva de la región.
La vida del arquitecto se politizó bajo el mandato del presidente Ahmed Hassan al-Bakr, de quien no era simpatizante. En 1974, cuando tenía 48 años, se negó a realizar un proyecto financiado por el gobierno, por lo que fue encarcelado con una sentencia de por vida. Pasó tres años tras las rejas, tiempo en el que escribió el libro Al Ukhaidir y el Palacio de Cristal.
Cuando Saddam Hussein asumió el poder, Rifat Chadirji fue liberado y se convirtió en su consultor arquitectónico de Hussein. Colaboró en la planificación de Bagdad entre 1982 y 1983. Incluso fue nombrado Consejero del Alcalde.
Abandonó su país para ocupar un puesto académico en la Universidad de Harvard, en donde con estudios continuó perfeccionando su estilo y aprendiendo sobre cómo influir en la sociedad con la arquitectura. Sin embargo, cuando regresó a su país le fue difícil mirar la nueva realidad de Bagdad, ya deteriorada, y decidió establecerse en Londres.
Algunas de sus obras más célebres en Irak fueron el Monumento al Soldado Desconocido, la Oficina Central de Correos, la residencia Rafiq y la villa Hamood.