Con una trayectoria de 65 años y 175 proyectos elaborados, a sus 91 años Fray Chávez de la Mora fue reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura 2020.
“Un hombre heredero de la mística tradicional medieval y del espíritu renacentista y comprometido con sus raíces prehispánicas y profundamente mexicanas, Gabriel Chávez de la Mora”, dijo Antonio Gallardo, secretario de la Academia Nacional de Arquitectura, durante la entrega del galardón.
“Lo recibo como un estímulo para continuar con entusiasmo este servicio profesional de la arquitectura”, dijo el arquitecto Fray Chávez de la Mora al recibir el reconocimiento.
“Mi utilidad como arquitecto ha sido principalmente del género religioso. Arquitectura de iglesias, de sus conjuntos y anexos y el arte sacro. Artes y artesanías que integran a la arquitectura. Arquitectura religiosa, litúrgica en propuestas contemporáneas. Esta mi labor ha respondido a una etapa importante de cambios en la iglesia católica”, agregó.
El arquitecto ha realizado la mayoría de su trabajo enfocado en la recuperación del diseño religioso. Una de sus obras más conocidas es la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe en la Ciudad de México, que llevó a cabo de la mano de Pedro Ramírez Vázquez y José Luis Benlliure.
La catedral de Guadalajara y de Ciudad Nezahualcóyotl fueron otros de los recintos religiosos reconocidos y diseñados por él, así como la Capilla Ecuménica La Paz en Acapulco, Guerrero, la iglesia de Pocito y la capilla del Seminario Conciliar de la Arquidiócesis de México.
El arquitecto fue parte de la primera generación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, en 1948, en donde fue alumno de Mathias Göeritz, diseñador de las Torres de Satélite junto a Luis Barragán, y de Eric Coufal.
Especializado en ingeniería petrolera, el galardonado formó su carrera en Pemex, con su participación más reciente en el Consejo de Administración de la petrolera, elegido en 2019.
En su discurso, realizó una solicitud al presidente Andrés Manuel López Obrador, "la construcción de plantas criogénicas que permitirán aprovechar el condensado que se produce en los principales yacimientos del litoral de Tabasco”.
