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La restauración de haciendas se convierte en el as bajo la manga del turismo

La intervención de las edificaciones puede durar décadas, pero su arquitectura se convierte en un polo de atracción turística.
vie 20 mayo 2022 04:39 PM
Hacienda Zotoluca renovación
La renovación de la Hacienda Zotoluca ha tardado más de siete años.

Imaginar dormir en el siglo XVII en México, pero con las comodidades y lujos de la época actual, es uno de los principales objetivos de alojamientos y estancias en todo el país que han decidido apostar por la restauración de haciendas antiguas y hacer de sus ruinas el principal atractivo de su oferta.

El proceso de intervención requiere no solamente intentar conservar la mayor cantidad de materiales originales para intentar evocar su primera imagen, sino hacerla segura y casi sin información ni planos. Sin embargo, las complejidades valen la pena ya que se convierten en atractivos turísticos de las zonas en las que se encuentran, dando un empujón a su economía.

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Durante la inauguración del 1er tianguis internacional de Pueblos mágicos, realizado del 22 al 24 de abril del presente año, en el centro de convenciones internacional de Barcelona, España, el empresario Julio Uribe Curn, presentó la Sociedad de la Ruta de la Aristocracia Pulquera, integrada por los propietarios de siete haciendas ubicadas en los estados de Hidalgo y de México.

“El proyecto pretende concursar internacionalmente para levantar fondos tanto nacionales como internacionales y llevar a cabo la restauración de estas haciendas, que corren el riesgo de extinguirse si no hacemos nada”, afirma Uribe Curn, quien es director del proyecto y propietario de la Hacienda Zotoluca, ubicada en el municipio de Apan, estado de Hidalgo, misma que entró en un proceso de reconstrucción y restauración arquitectónico exhaustivo hace siete años.

La hacienda se encontraba prácticamente en ruinas y luego de ser adquirida y restaurada, se puso al servicio del gran turismo, en donde se develaron nuevas áreas de oportunidad y contribución a la reactivación económica y cultural de la zona.

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Las otras haciendas que conforman la ruta mencionada son tres en el Estado de México; Soapayuca, San Miguel Ometusco y San Antonio Ometusco. Mientras que en el Estado de Hidalgo están, además de Zotoluca, las haciendas de Chimalpa, Tlalayote y Ocotepec, todas ubicadas en antiguas zonas pulqueras, de ahí el nombre de la sociedad.

Para el secretario de turismo del estado de Hidalgo, Eduardo Javier Baños Gómez, “el impacto que tienen las haciendas remodeladas como en el caso de la hacienda Zotoluca es muy importante para el sector turístico, ya que nos permite que la afluencia de turistas nacionales e internacionales pongan en su agenda la visita a nuestro estado de Hidalgo y disfruten de estas impresionantes construcciones”.

Indica que “la Secretaría de Turismo Federal dio a conocer un convenio con la Federación de Haciendas, Estancias y Hoteles Históricos A.C., en el cual se tendrá por objetivo valorar la relevancia cultural, arquitectónica e histórica de las haciendas en el país, para que se logre una reconversión en espacios de alojamiento, recreación y negocios”.

El caso de la Hacienda Zotoluca

El hospedaje cuesta alrededor de 200 dólares por noche, mientras que en el resto de la entidad es de aproximadamente 500 pesos, de acuerdo a Kayak. No obstante, el trabajo en el edificio ha sido un éxito. Tanto, que para 2022 la agenda de reservación está llena, y alcanzó aún más popularidad luego de haber sido elegida como la locación de la influencer Pau Zurita.

La restauración arquitectónica de la Hacienda Zotoluca, pertenece a la iniciativa privada y estuvo a cargo del arquitecto Fernando Marín y del mismo Julio Uribe, como inversionista y propietario pero también como diseñador y paisajista de la obra. El proyecto se apegó a la configuración original en cuanto a la forma, diseño y materiales utilizados, adecuando cada elemento a las necesidades actuales.

Al no existir planos originales, pues las haciendas se van transformando según las épocas, se basaron en fotografías, dibujos y los mismos vestigios aún existentes en la zona. El arquitecto Marín afirma “no tuvimos que inventar nada porque todos los elementos arquitectónicos actuales de la hacienda ya existían, solamente hicimos una reconstrucción y restauración”.

Hacienda Zotoluca en Hidalgo
Hacienda Zotoluca

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Del área total aproximada de construcción de 6 mil metros cuadrados, un tercio estaba totalmente destrozado, sólo eran montones de tierra. El otro tercio eran sólo ruinas, pero fue de donde rescataron vestigios y el estilo de la hacienda. Prácticamente el 60% fue reconstrucción y un tercio fue restauración, iniciando la obra en mayo del 2015 y después de siete años está a punto de ser concluida en unos días más.

La complejidad de la obra fue mayor que la de haber construido un edificio nuevo, sin embargo, se apostó por el atractivo de la estructura original, a pesar de que los costos también son elevados. (Se pidió no hacer público el monto de inversión).

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Durante este tiempo se dio trabajo a casi 60 personas, que armaron sus talleres en el sitio; albañiles, canteros y carpinteros que trabajaron los techos, las vigas de madera y tableado a la usanza de entonces, con el agregado de concreto para modernizarlo. Para los techos se utilizaron métodos antiguos, utilizando vigas de madera de aproximadamente siete7 metros y casi todas las gualdras de hasta 12 metros.

En cuanto a materiales se utilizó madera, hierro y algo de tabique, como material complementario. La cantera fue un material que se agregó y todos los trabajos fueron hechos de modo artesanal. Sin embargo, para los aplanados o estucados, indica Marín, no usamos cal viva, porque es un procedimiento muy tardado, pero sí utilizamos arena de río con cal y agregamos cemento para hacer más duradero el estucado.

restauración Hacienda Zotoluca en Hidalgo
Proyección de la restauración.

Todos los materiales utilizados fueron adquiridos en la región, incluyendo la cantera, que se sacó de la misma mina con la que fue construida la iglesia de la Asunción y del Sagrado Corazón, en Apan, Hidalgo, hace casi 500 años. “Para Zotoluca, indica Marín, se ocuparon unas 5 mil toneladas de cantera. Es cantera un poco suave, más suave que el mármol y de un color beige, casi blanco y la llamamos cantera de Ocotepec”.

Julio Uribe describe que las piedras de cantera fueron llevadas en bruto al taller en la hacienda y los canteros manufacturaron sus diseños. Cabe mencionar que la hacienda fue intervenida a principios de 1900 por el arquitecto Rivas Mercado, quien diseñó un campanario estilo neoclásico, del cual se pudo rescatar un pináculo para ser replicado con alma metálica y ensamblado pieza por pieza. De este tipo de cantera también está hecha la portada de la entrada principal, así como las columnas del patio central, que son una réplica del museo Franz Mayer de la ciudad de México.

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En una restauración de este tipo, agrega el director de la obra, Fernando Marín, vale la pena destacar el concepto de la funcionalidad. “Desde que llegas disfrutas la arquitectura y además hay la oportunidad de una experiencia gastronómica y de hospedaje. Llegas a una hacienda con 450 años de historia pero con todas las comodidades de un hotel de cuatro o cinco estrellas”.

Aunque el lugar está al descampado, entre 10 y 15 minutos de los poblados más cercanos, lejos de ser un obstáculo ese factor le crea un ambiente distinto a otras haciendas que han sido prácticamente absorbidas por las comunidades. A nivel de sustentabilidad se instalaron paneles solares para calentar agua, un sistema de riego que capta agua pluvial, mientras que el agua usada se envía a pozos de absorción, mientras que las aguas negras van al pozo de la propiedad, específico para ello.

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Detalles, numerología y simbolismo

La belleza arquitectónica del exterior de la hacienda recrea “otros tiempos” pero según comenta Julio Uribe, el interior es moderno y funcional. Se utilizaron colores neutros, con elementos de la región, cuadros y obras regionales. Se encuentran algunas antigüedades, pero se optó por la comodidad, el lujo y la modernidad, siendo su target el gran turismo. Entre los proveedores se encuentran Restoration Hardware y Ashley Furniture, mientras que las camas y los blancos son de proveedores mexicanos.

El propietario comenta que hay detalles de talavera poblana en los baños, en las regaderas, mientras que para los acabados de las habitaciones se utilizó mármol Santo Tomás martelinado de Tepeaca, Puebla. En las áreas comunes se usó mármol macheteado. En total se utilizaron cuatro versiones combinadas de este mármol; pulido, al ácido, macheteado y martelinado. En cuanto a maderas se seleccionó cedro blanco, madera parota o huanacaxtle.

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En la entrada principal hay 12 rosas que significan los 12 meses del año, los 12 discípulos. Funciona igual como un reloj de sol porque por ahí sale el sol y va marcando las horas. Dentro de la casa principal hay una fuente, en su parte central una virgen de Guadalupe, que tiene 4 rosas aztecas, símbolo de los 4 puntos cardinales, las 4 estaciones del año y los cuatro evangelistas, una mezcla de las culturas azteca y católica.

El tinacal, de estilo mudéjar, indica Uribe, fue diseñado originalmente por el arquitecto Rivas Mercado en forma de octágono, que recostado es el símbolo del infinito. Su fachada principal tiene un águila juarista y abajo de ella el símbolo de la moneda nacional, que hace referencia a que ahí era en donde giraba el entorno económico de la hacienda. En la segunda puerta, en la clave del arco se encuentra el rostro de la diosa Mayahuel. Tiene ventanas en forma de estrella y de flor, por lo que la entrada de la luz varía

Esta construcción “tiene su pátina de tiempo aunque no es muy vieja, tendrá unos 100 años pero tiene mucho significado”, afirma el propietario, por lo que quisimos dejarla así, sólo se realizó la restauración de algunas vigas.

Julio Uribe Curn cree que la restauración y rehabilitación arquitectónica de haciendas mexicanas implica nuevas oportunidades económicas, culturales e incluso sociales, como restaurar la identidad de muchos lugares e incluso de las personas, y que por lo tanto se contribuye así al patrimonio histórico de México.

La inversión que se requiere es muy fuerte y compleja, pero con el uso de elementos como la restauración y la funcionalidad en conjunto, más en este caso el trabajo estratégico de las siete haciendas que conforman la Sociedad de la Ruta de la Aristocracia Pulquera, Uribe espera que el proyecto florezca.

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