El arquitecto "anti-moda" que ganó el Premio Pritzker 2023

El Museo Jumex de la Ciudad de México es una de las obras seleccionadas para reconocer a David Chipperfield con el "Nobel" de arquitectura.
El Museo Jumex en la CDMX es obra de David Alan Chipperfield.

“El Premio Pritzker todavía tiene el elemento sorpresa. Todo se mantiene secreto hasta el último momento, desde la conformación del jurado, las obras que consideran y finalmente el ganador, que suele causar mucho impacto porque puede ser alguien reconocido mundialmente o una nueva figura”, dice María Bustamante Harfusch, presidenta de FundarqMx.

Este 2023, el premio fue otorgado a la primera de estas hipótesis. David Chipperfield es el acreedor del “Nobel de la arquitectura” de esta edición, un arquitecto con más de 40 años de trayectoria, 100 obras construidas y reconocimientos que van desde el premio Mies van der Rohe, hasta la medalla Heinrich Tessenow, además de conformar parte del Instituto Real de Arquitectos Británicos.

Sus diseños han dado la vuelta por todo el mundo y se encuentran presentes en casi todos los continentes y países. En México, por ejemplo, se hizo cargo del Museo Jumex de Arte Contemporáneo en la Ciudad de México, inaugurado en 2013 y que desde entonces ha albergado exposiciones de artistas como Jeff Koons, Michel Duchamp y Urs Fischer.

David Chipperfield recibió el galardón por su trabajo integrando la elegancia de sus obras y el activismo por la integración del espacio público.

La obra que lo ha hecho reconocido en todo el mundo se caracteriza por ser elegante y sutil, incluyendo al contexto social, medioambiental y urbanístico de alrededor para borrar los límites entre ambos y convertir todo en un solo ecosistema, destacó el jurado del galardón, presidido por Alejandro Aravena, Pritzker 2016.

A estas características se agrega la falta de egocentrismo en sus diseños, ya que sus respuestas “no sirven de ninguna manera como arte por el arte: más bien, siempre permanecieron enfocadas en el propósito superior de la empresa y en la búsqueda del bien cívico y público”, por lo que en ocasiones “desaparece” por completo de la obra para dar lugar a la inteligencia y modestia, principalmente en obras de rehabilitación y restauración que lo han valido de admiración en el gremio, como el Museo de Berlín.

Edificio para la copa americana ‘Veles e Vents'

Al trabajar con nuevas piezas, modernas y construidas con los más específicos requisitos de sustentabilidad, así como en construcciones que datan desde hace siglos, pero que requieren de una nueva vida, ha tenido que desprenderse de dejar la huella de cualquier temporalidad, catalogándose como un arquitecto “anti-moda”.

“En un mundo en el que muchos arquitectos ven un encargo como una oportunidad para agregar a su propia cartera, responde a cada proyecto con herramientas específicas que ha seleccionado con precisión y gran cuidado. A veces se requiere un gesto fuerte y monumental, mientras que otras que casi desaparezca. Pero sus edificios siempre resistirán la prueba del tiempo porque el objetivo final de su operación es servir al bien común. Evitar lo que está de moda le ha permitido permanecer permanente”, dijo Aravena en la premiación.

De esta manera es difícil reconocer el estilo del arquitecto en sus obras sólo por sus trazos o técnicas utilizadas. El sello de Chipperfield es analizar el entorno en el que se encuentra y diseñar específicamente para cada situación.