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Sordo Madaleno mete gol en su estreno en los deportes

El despacho diseñó Academia Aga del Club Atlas en Zapopan, Jalisco.
dom 17 septiembre 2023 08:00 AM
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El inmueble está elaborado con un concreto entintado de origen.

En medio de un suelo de pasto verde, conformado por seis canchas de fútbol con un fondo montañoso y arbolado, se levanta un edificio que parece haber sido frotado por tezontle por su color rojizo, pero tenue. Es la Academia Aga de Atlas FC, proyecto de Sordo Madaleno Arquitectos que representó su incursión en el diseño de espacios deportivos y uno de los mayores retos para Fernando Sordo Madaleno, quien encabezó la obra.

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Ubicado en Zapopan, Jalisco, el espacio es la conjunción de todas las actividades del Club en un sólo lugar. Antes había tres sedes en diferentes zonas de Guadalajara en donde se encontraban las áreas administrativas, de alto rendimiento y formativas, tanto para los primeros equipos como para las fuerzas básicas.

La división representaba un reto para los jugadores debido al tiempo invertido en los desplazamientos, por lo que para Orlegi Sports, empresa dueña, una de las prioridades era concentrarlo todo.

Juntar las tres tipologías bajo un mismo techo y que cada una mantuviera su independencia fue el principal desafío del proyecto, arquitectónicamente hablando. “Lo que no queríamos hacer era generar dos grandes edificios que tuvieran cada uno un programa específico, así que decidimos crear una sola estructura de concreto bajo la que pasan diferentes dinámicas, pero que es un sólo cuerpo”, dijo Fernando Sordo, director de Sordo Madaleno Arquitectos, en conferencia de prensa.

El lugar mide 6.6 hectáreas y cuenta con un edificio con 5,641 metros de superficie. Tiene dos sótanos y dos niveles, pabellón masculino y femenino, casa club, un auditorio para 200 personas, Centro de Alto Rendimiento, instalaciones para neurociencias, ciencias aplicadas al deporte, un tanque terapéutico, las oficinas de Orlegi Sports y el Club, así como una cafetería.

El edificio está hecho en su totalidad de un concreto entintado de origen, lo que ayuda a reducir al mínimo su mantenimiento debido a la durabilidad del material y a que no necesitará ser repintado. Como medidas de sustentabilidad, 30% de la energía se genera a partir de paneles solares y se instaló una planta de tratamiento con capacidad de 1.5 litros por segundo.

La magia del proyecto se encuentra en mantener la autonomía de cada actividad, pero sin perder el flujo entre ellas, flexibilidad que también se percibe en los límites desdibujados del interior y exterior.

Este punto se logra gracias al uso de una estructura modular, que hace que las actividades que se realizan en conjunto —como las del pabellón de las mujeres— compartan muros, pero a su vez se unan a las demás a través del patio principal, en donde desembocan todas las entradas del primer piso, y por donde atraviesan los pasillos exteriores en el segundo nivel.

La explanada del centro está cubierta con una pérgola reticulada, lo que privilegia la luz natural pero evitando el sol directo y permite unir a todos los espacios en un solo cuerpo.

La jerarquía de dejar en el perímetro los módulos con las actividades permite que todos los bloques tengan vistas a las canchas, lo que de acuerdo con Sordo Madaleno ayuda a mantener siempre presente la esencia deportiva, incluso al estar en el interior.

La Academia Aga entró en operaciones este septiembre, después de un año y ocho meses de obras —- a cargo de la constructora Anteus—- y con 450 millones de pesos de inversión.

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