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#ODA2023: Esto dicen miembros del jurado de sus 20 ediciones

María Bustamante Harfush, Taidé Buenfil y Darío Ibargüengoitia hablan de su experiencia.
vie 22 septiembre 2023 08:36 AM
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El jurado de ODA es clave para la realización del concurso.

Obra del Año, concurso que busca reconocer a lo mejor de la arquitectura en México, cumple 20 ediciones. Durante estas dos décadas han sido evaluadas más de 4,000 obras de todas las clases: infraestructura, residencial, interiorismo, urbanismo, restauración y muchas tipologías más.

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Cada uno de los proyectos han sido analizados a detalle por expertos en su categoría que conforman los jurados y quienes son pieza esencial.

Todos los años se buscan incorporar nuevos nombres que, por su experiencia y reputación en el sector, se convierten en valiosos jueces para garantizar la imparcialidad y la calidad en la evaluación de los proyectos, pero también hay quienes han participado durante más de un puñado de ediciones y que han podido ver la transformación no sólo de ODA, sino de cómo se hace la arquitectura en el país.

María Bustamante Harfusch, fundadora de Fundarq, Taide Buenfil, consultora de Acce-soria y Darío Ibargüengoitia, director general de Ambiente Regenerativo Integral, comparten su experiencia.

¿Cuál considera que es la relevancia de Obra del Año en el sector?

TB: El concurso como tal, el premio, se me hace interesantísimo porque en realidad promueve la calidad de las obras y motiva a las personas que se dedican al diseño, a la construcción, a dar a conocer lo que podríamos llamar buenas prácticas o simplemente nos marca tanto tendencias como nuevas formas de hacer las cosas que creo que eso es algo con un valor intrínseco de reconocer públicamente.

MB: realmente creo que Obras, a lo largo de su trayectoria, ha tenido una muy buena convocatoria de una gran diversidad de arquitectos, ingenieros y de constructoras muy importantes en todo el país. No ha hecho nunca sesgo, siento yo, por lo que ha sido siempre muy universal en cuanto a toda la gente que sigue, a la revista y a la convocatoria propia de la Obra del Año.Yo siempre creo que sí han participado las mejores obras, siempre. Yo creo que es una gran medalla, a los que lo desarrollan.

DI: Yo creo que es uno de los premios más importantes que hay en México para promover y evaluar y, sobre todo, mostrar que sí es posible hacer obras de infraestructura interiores y de vivienda cada vez más eficiente y cada vez con menor impacto en el ambiente.

¿Cuál ha sido su experiencia como jurado?

TB: Como jurado es el mantenerte activo, el conocer incluso el cómo los diseñadores y los dueños de las construcciones demuestran la calidad de su obra y creo que eso es algo bien interesante y, además, ya en sí es de mucho aprendizaje tener la oportunidad de conocer los proyectos, pero también de ver hacia dónde van, cómo lo expresan, cómo lo desarrollan, cómo van desarrollando las ideas y plasmándolas para participar en un concurso, para ser reconocidos por esa labor que al fin y al cabo lo que destaca.

MB: Creo que ha sido muy bonito ver la convivencia de todos, de conocernos tanto los jurados como ver a los despachos en acción, de cómo se expresan, de cómo se desenvuelven. Realmente para uno que también es profesional, ver a los demás presentar su trabajo, mostrarse fuertes en cosas, débiles en otras, ver toda su emoción, su impulso, que te cuenten como las problemáticas que tuvieron o los aciertos, yo no sé, hay veces que me ha sorprendido mucho cómo a veces en esas presentaciones los acompañan sus clientes y me llama mucho la atención verlos con la expectativa obviamente de ganar, pero con el orgullo y la alegría de saberse de una obra que tiene valor.

DI: Me ha ayudado mucho, me ha dado mucha posibilidad de entablar contactos con muchos despachos de arquitectura y desarrolladores y poder dialogar con ellos, tanto en el proceso de evaluación como ya en la premiación. Me da la oportunidad también de expresar cómo mejorar un proyecto cuáles son las tendencias, y aprender mucho de los participantes, yo creo que eso es lo que más me ha servido, aprender muchísimo de los despachos.

¿Qué transformación ha visto en la arquitectura desde el comienzo de sus participaciones en ODA hasta ahora?

TB: Lo que se ve es muchísima mayor libertad, transparencia, tecnologías que ya no implican tanto lo que es resaltar la estructura, sino resaltar los interiores, resaltar mucho más el entorno, y tanto el entorno como el impacto que la construcción puede tener en el entorno- Y ahí es en donde creo que se incrementa cada vez más en los aspectos tanto ambiental como social, y no simplemente en el aspecto económico. El uso de materiales adecuados, de materiales de lugar, o sea, todo esto creo que le va dando una riqueza hacia lo que sería el camino de la sociedad que va en cuidar nuestro planeta.

MB: Recuerdo mucho que al principio la mayoría de las obras eran de la Ciudad de México, y cada vez más se ve que hay una competencia muy buena en todo el país, en todas las regiones (...) Y ya no solo compiten las grandes empresas, las firmas muy reconocidas, los despachos que siempre están teniendo mucha obra y mucho proyecto, sino que ahora he visto que hemos premiado con total honestidad a muchos despachos jóvenes, de hecho, para varios era su primera obra o su primer encargo profesional, y pues están teniendo un nivel de gran calidad competitiva con los que tienen gran experiencia. Se ve que son jóvenes de todo el país, que también da gusto que se les están confiando proyectos tan importantes.

DI: Si no existiera el premio de Obra del Año no sería esta plataforma que los diseñadores, constructores o desarrolladores necesitan para mostrar sus éxitos y para que el mercado mexicano de la edificación vea que sí se puede. Ha sido un aparador fundamental, desde mi particular punto de vista, y que ha ido madurando en la forma de calificar y en el interés de todos los desarrolladores y asistentes.

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