Un menú de garantías para la industria de la construcción
La fianza es un instrumento de garantía que avala la solvencia económica de quien la adquiere, asegurando en promedio 10% del contrato. Además, su compra no significa un gasto elevado, y otorga certeza entre el fiado y el beneficiario del cumplimiento de la obligación que se está contratando.
Sergio Hernández, Subdirector de promoción de Fianzas Asecam, explica que los productos que ofrecen para el sector de la construcción son del ramo administrativo, y se trata de fianzas que aseguran la cobertura de riesgo o garantía del anticipo, el cumplimiento y la buena calidad de la obra.
"La de anticipo asegura la inversión o hace una amortización total o parcial del anticipo que se otorga al constructor; existe otra fianza que garantiza el cumplimiento efectivo de las cláusulas de forma y plazos establecidas en el contrato; mientras que la de buena calidad o vicios ocultos responde por la reparación de las fallas que pudieran existir posteriormente a la entrega de la obra", detalla Hernández.
Por su parte, Marco Antonio Alejo, director de inteligencia comercial de Afianzadora Aserta, señala que además de estos instrumentos, cuando así lo piden las entidades federativas, se pueden incluir las fianzas de licitación, a fin de que cada una de las ofertas que hagan los contratistas se sostenga y se cumpla en caso de que alguno de ellos sea ganador.
"Del ramo administrativo, otros productos son la fianza que asegura la proveeduría, es decir, la entrega de bienes al beneficiario, y las de arrendamiento, que se refieren a la contratación de un seguro para poder arrendar maquinaria, por ejemplo", agrega el especialista de Aserta.
Diego Armando Hernández, analista en fianzas de Grupo Hermes Infraestructura, señala que una fianza puede garantizar los trabajos a realizar, estableciendo la capacidad económica y técnica del constructor en un documento legal.
"Si hay alguna reclamación por incumplimiento o, en su defecto, por alguna prórroga que contemple alargamiento en los tiempos o afectación de los montos de contrato, la fianza garantiza 100% el beneficio para la empresa. Para ello, es necesario que las fianzas estén comprometidas bajo los artículos de la Ley Federal de Instituciones y Fianzas”, explica Hernández.
Moisés Sánchez, de Grupo Marham, asegura que es importante tener en cuenta que como cualquier institución financiera, la afianzadora tenga solvencia económica y buena presencia en el mercado, porque es la que va a responder en caso de alguna eventualidad o incumplimiento.
“También hay que considerar que el texto del contrato fuente corresponda con la póliza de seguro y que el texto y los montos que se vayan a afianzar sean reales y congruentes, es decir, que haya transparencia y claridad en las cláusulas”, agrega Sánchez.
En este sentido, Marco Antonio Alejo indica que es indispensable identificar perfectamente bien cuál es el riesgo que se está afianzando y que todas las cláusulas que se incluyan sean sujetas de afianzamiento, porque justo de ahí emana la garantía.
Finalmente, otro elemento importante y quizás determinante en la contratación de una fianza es el costo, y al respecto Francisco Javier Rábago, asesor de dirección de Asfaltos de Guadalajara dice: “Para mí es importante que mi agente de seguros me dé la prima más barata, pues todo va de acuerdo con el monto de lo afianzado, y es con base en esa cantidad que se calcula el costo de la prima de riesgos, que se sumará a la expedición de la fianza, el IVA, etc., así que, ese aspecto es fundamental”, concluye.