Aeropuertos de carga, 'sin alas' para la competitividad
Más allá de los aeropuertos de la Ciudad de México, Cancún, Guadalajara y Monterrey, el resto de las terminales aéreas no están habilitadas con la infraestructura necesaria para recibir aviones de carga, lo que impide crecer a este subsector, impulsar la competitividad de la red aeroportuaria y el desarrollo de las diversas regiones del país.
De acuerdo con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que depende de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), México cuenta con 76 aeropuertos, de los que 35 están concesionados a los Grupos Aeroportuarios del Pacífico (GAP), Centro Norte (OMA) y del Sureste (ASUR), 19 son operados por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), 18 están administrados por los gobiernos estatales y municipales, cuatro están en sociedad de ASA con privados o estados y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que administra el gobierno federal.
Del total de aeropuertos, 17 concentran 98% de la carga aérea de importación y exportación. Sin embargo, el AICM, que fue declarado saturado en sus operaciones en 2012, atiende 65% de la carga aérea, pero entre 25% y 30% se origina o destina en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). El resto de la carga se distribuye en todo el país.
“Lo anterior, se complica porque la aduana está saturada. En tanto la ciudad tiene muchas ineficiencias que complican el transporte de la carga”, comentó Ingo Babrikowski, director general de Estafeta.
FOTO: Tomada de Flickr/ César Chávez
“Para no seguir congestionando y huir del esquema centralizado del AICM, es prioritario fomentar la carga en la red aeroportuaria nacional, mediante instalaciones adecuadas como el equipamiento de los aeropuertos, expansión de pistas, almacenes para contenedores, recintos y obras viales complementarias para la operación de camiones de carga”, señaló Manuel Armendáriz, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Mensajería y Paquetería (AMMPAC).
Ello, porque la mayoría de los aeropuertos bien ubicados geográficamente carecen de instalaciones para prestar los servicios de carga aérea y otros que tienen inversiones relativamente moderadas, como el de San Luis Potosí, que opera OMA, que requiere alargar su pista para poder recibir grandes aviones cargueros.
“Con excepción de algunos aeropuertos, la inversión de los grupos aeroportuarios en las terminales que operan ha sido mínima, porque buscan modular el crecimiento de sus propias redes, buscando mayor rentabilidad a su inversión total y sobre sus ingresos”, criticó Armendáriz.
Incluso, destacó que los aeropuertos administrados por gobiernos estatales, como los de Querétaro y Toluca, tienen un desarrollo “muy superior” frente a los aeropuertos de los grupos aeroportuarios.
“La parte de carga no es tan importante para los aeropuertos, porque estos ganan dinero principalmente por el traslado de pasajeros”, indicó Ingo Babrikowski.
