Planean desarrollar una nueva ciudad en Nuevo México

Una compañía propiedad del banco británico Barclays planea desarrollar al oeste de Albuquerque, Nuevo México, una "comunidad planificada" de unos 100,000 habitantes, del tamaño actual de Las Cruces, la segunda ciudad más grande de la entidad.
El proyecto de la empresa Western Albuquerque Land Holdings (Walh), contempla desarrollar una ciudad completamente autónoma con espacios abiertos, escuelas, oficinas, un centro y varias "aldeas" o barrios agrupados en torno al núcleo urbano.
La ciudad, que se denominaría Santolina, tendría unas 38,000 viviendas y comprendería un área de 55 kilómetros cuadrados a través de una zona desértica de Nuevo México, muy cercana a Albuquerque.
La iniciativa de desarrollar Santolina surgió luego que la crisis financiera de finales de la década pasada provocó la quiebra de la compañía de bienes raíces SunCal que habían comprado el terreno en 2007.
Barclays, que había otorgado créditos a SunCal, ejecutó la hipoteca de esta propiedad y junto a otros dos inversionistas configuró una nueva entidad denominada Western Albuquerque Land Holdings, para asumir el propio desarrollo.
Para los partidarios del proyecto, este representa una oportunidad para crear puestos de trabajo para una población creciente en el norte centro de Nuevo México.
La empresa sostiene en el sitio de internet donde promueve su plan, que las proyecciones de población, incluyendo un estudio de la Universidad de Nuevo México, estiman un crecimiento de 300,000 personas en el condado de Bernalillo para 2040.
Como parte del plan de desarrollo, la compañía reservó un área de 1,631 hectáreas para desarrollo económico y oportunidades de empleo, con el objetivo de atraer ahí a empresas que apoyen la creación de 75,000 puestos de trabajo.
Durante los últimos 18 meses se han efectuado ocho audiencias públicas y dos talleres por parte de la Comisión de Planeación del Condado de Bernalillo, para discutir el proyecto.
Tanto funcionarios del condado como de la comisión han emitido la recomendación de aprobar el proyecto.
Sin embargo, preocupaciones de que el masivo desarrollo acapare una buena parte del agua del Río Grande y genere una escasez para la agricultura y demás comunidades de la zona, provocaron una oposición al proyecto.
Los desarrolladores aseguraron que Santolina consumiría una vez concluida más de 45 millones de litros de agua por día, en una zona donde este vital líquido escasea.
Una coalición conformada por agricultores, organizaciones comunitarias y líderes de Albuquerque y otras áreas de Nuevo México, crearon el grupo "Contra Santolina" para conjuntar su oposición al proyecto.
El grupo argumenta que el plan de Santolina "representa una amenaza a largo plazo para la vitalidad de nuestras comunidades, muchas de las cuales dependen del agua para su subsistencia y existencia".
"Este desarrollo podría ir en detrimento del uso del agua preciosa para los agricultores y la gente que vive aquí", dijo Virginia Necochea, directora del Centro de Sistemas Sociales Sostenibles, una de las organizaciones que forma parte del grupo Contra Santolina.
Las autoridades de administración del agua en Nuevo México y del Condado de Bernalillo, insisten en que pueden satisfacer las necesidades de suministro de agua proyectadas por el nuevo desarrollo.
"Mientras Santolina sea un administrador responsable de los recursos, no tendríamos que anticipar un impacto en detrimento de la zona en términos de suministro de agua", sostuvo la Autoridad de Servicios de Agua de Albuquerque y del Condado de Bernalillo.
La dependencia solicitó que el proyecto sea aprobado siempre y cuando quede supeditado a estrictas medidas de conservación y reutilización del agua.