9 carreteras que se quedaron sin presupuesto
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) recibió el mayor impacto del ajuste presupuestal anunciado la semana pasada, y el más golpeado fue el sector carretero, pues de los 35 proyectos carreteros impactados a nueve les recortaron completamente los recursos, cuyo presupuesto original fue por 727 millones de pesos.
Los nueve proyectos carretedos afectados son: la carretera Cadereyta-Entronque San Joaquín; Camalu-Lázaro Cárdenas del Valle de San Quintín; la ampliación de la carretera León-Aguascalientes; el libramiento de Jilipa; el libramiento de San Jerónimo; la carretera Ezequiel Montes-Villa Progreso; la modernización de una avenida en Campeche y un entronque en Veracruz.
En otros 26 proyectos, el recorte al presupuesto va desde 5% como el caso de la carretera Acayucan-La Ventosa, hasta 75% como el de la carretera Nuevo Casas Grande-Puerto Palomas.
“Lo que realmente va a cambiar es el alcance de cada una de ellas (carreteras), en términos generales podremos hablar de las mismas cifras, pero el impacto lo vas a tener en encadenamientos, por ejemplo, si íbamos a intervenir 50 kilómetros, a lo mejor con la afectación presupuestal lo que intervenimos son 40 kilómetros”, explicó Raúl Murrieta, subsecretario de Infraestructura de la SCT.
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El funcionario destacó que falta ver cómo vendrán los presupuestos para el siguiente par de años y con ello el progreso del plan de entregar 80 carreteras.
Para el sector de la construcción, el ajuste presupuestal en el sector carretero implica una disminución en el ritmo de crecimiento que se tenía contemplado para este año, consideró Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
“No nos gustan los recortes porque son menos oportunidades de inversión; sin embargo, ya nos puntualizaron a qué obras se van a disminuir las metas”, dijo Arballo.
De igual modo, agregó que hay recortes en conservación carretera y caminos rurales por alrededor de 3,500 millones de pesos. El reto será hacer más con menos, reconoció Murrieta, y se tendrán que administrar mejor.
“Definitivamente este tipo de trabajos de carreteras alimentadoras y rurales le afecta a micro y medianas empresas, ahora es una oportunidad menor de hacer el trabajo. Desafortunadamente el recorte se da en proyectos puntuales, pero afortunadamente no hay cancelaciones”, dijo Arballo.
Todo lo anterior tendrá un efecto en el crecimiento en el sector de la construcción, por lo que se espera ya no un crecimiento de 3%, sino de alrededor de 2.3% al cierre de 2016, adelantó Arballo.
La apuesta es el sector privado
Ante el recorte presupuestal, la apuesta será que la iniciativa privada participe de forma más activa en el sector carretero, no sólo en la construcción, sino también en proyectos de mantenimiento.
Murrieta recordó que para este año se tienen contemplados esquemas vía Prestación de Servicios (PPS), cuyos procesos de licitación iniciarán en marzo próximo.
Se trata de una construcción en libramiento en la zona de Puebla y dos más de conservación, uno en Villahermosa y otro en San Luis Potosí.
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“Esto lo que te va a permitir es tener una red carretera de alta especificación en buenas condiciones en los siguientes 10 años”, dijo el funcionario.
Dadas las restricciones fiscales, Murrieta explicó que platicarán en adelante con la Secretaría de Hacienda a fin de poder definir qué contratos podrían ser lanzados vía Asociaciones Público Privadas o mediante presupuesto federal.