Infraestructura olímpica de Río, un rosario de errores y retrasos
A 50 días de que empiecen las Olimpiadas en Río de Janeiro, Brasil, la construcción de varios centros deportivos se encuentra detenida, otros reanudaron trabajos esta semana y unos más presentan daños en las estructuras recién construidas.
Conoce cuáles son las sedes que aún no están listas a pocos días de la inauguración.
Las obras del estadio olímpico de volibol de playa en Copacabana, suspendidas por falta de permisos medioambientales, recibieron este martes luz verde para continuar, informó a la AFP la alcaldía de Rio.
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La construcción de esta inmensa estructura metálica temporaria de 62,000 m2 y 21 metros de altura -como un edificio de siete pisos- en plena playa de Copacabana fue paralizada a 50 días del inicio de los Juegos Olímpicos, cuando las autoridades se dieron cuenta de que la empresa constructora no había solicitado los permisos ambientales requeridos.
"La suspensión de las obras fue levantada este martes", dijo Daniele Araujo, portavoz de la secretaría de Medio Ambiente de la alcaldía.
Las obras del estadio comenzaron hace varias semanas pero la estructura sufrió daños por el impacto de inmensas olas el domingo.
La mancha de la corrupción y la muerte
El lifting de Río de Janeiro para los Juegos Olímpicos que arrancan en agosto ya tiene grietas: las obras de infraestructura de transporte están plagadas de imprevistos, atrasos y fallas, la más grave de las cuales costó la vida a dos personas.
Las principales empresas constructoras de las obras para los Juegos o vinculadas a ellos están implicadas en el gigantesco escándalo de corrupción que defraudó a la estatal Petrobras.
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"Las obras en torno a los Juegos son de naturaleza política y hay mucha presión para llegar a tiempo. Los atrasos implican acelerar las obras y eso a su vez puede acarrear fallas", comentó a AFP Maria Cascao, profesora de ingeniería civil de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ).
Por ejemplo el pasado 21 de abril cuando violentas olas hicieron volar por los aires una parte de la nueva ciclovía que bordea el litoral atlántico y une las playas de Copacabana e Ipanema a Barra de Tijuca, cuartel general de los Juegos Olímpicos.
Dos personas que pasaban por la ciclovía, inaugurada en enero, cayeron desde gran altura al mar, contra las rocas, y murieron.
El informe técnico tras el accidente mostró que no hubo estudios oceanográficos preliminares, y que nadie imaginaba que las olas pudieran alcanzar la ciclovía y golpearla de abajo hacia arriba, tirándola contra las rocas.
Dudas sobre el metro
El fantasma de la falta de precauciones y al fin de cuentas de la seguridad planea por encima de las obras de la extensión de la línea 4 del metro, que debe unir también Ipanema a Barra da Tijuca.
La inauguración de la línea 4, varias veces aplazada, está prevista ahora para el 1 de agosto, cuando la ceremonia inaugural de los primeros Juegos en Sudamérica tendrá lugar el 5 de agosto. El servicio será parcial, reservado a la "familia olímpica".
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¿Se habrán realizado todos los tests necesarios para garantizar su seguridad? Según el calendario inicial, las pruebas debían realizarse entre octubre de 2014 y septiembre de 2015, para una apertura total al público en febrero de 2016.
Pero ahora la aceleración de las obras, debido a los atrasos, "suscita dudas en cuanto al tiempo suficiente reservado a todos los ajustes y tests necesarios a la realización de este proyecto", se alarmó la semana pasada el Tribunal de Cuentas del estado de Río.
Problemas de movilidad
En el capítulo retrasos, la alcaldía de Río anunció a mediados de mayo que el nuevo bus expreso (BRT) de la ruta Transolímpica solo parará en tres estaciones de las 21 previstas.
No unirá las zonas olímpicas de Barra da Tijuca y Deodoro, donde debía estar la terminal. En mayo de 2011, la alcaldía apostaba sin embargo a una finalización "en 2015" de esta obra iniciada en junio de 2012.
Hay huecos en el calendario, pero también en las carreteras: el asfalto del viaducto construido para hacer una doble vía en parte de la ruta entre Ipanema y Barra ya tenía inmensos pozos a comienzos de junio, apenas unos días después de su apertura al público.
Los pozos fueron rellenados, pero al día siguiente volvieron a formarse. Finalmente se optó por una solución provisoria: taparlos con placas metálicas.
*Con información de AFP