Río, en espera de recursos para concluir la Línea 4 del metro
El gobierno del estado de Rio de Janeiro, en "estado de calamidad", recibió este martes un auxilio financiero federal de 2,900 millones de reales (851 millones de dólares) para gastos de seguridad pública durante los Juegos Olímpicos, pero aún pide recursos para concluir los trabajos de la línea 4 del metro, que son parte de la infraestructura para la justa deportiva.
"Queda la Unión [Estado central] obligada a prestar apoyo financiero (...) de R$2,900,000,000.00 (2,900 millones de reales) para auxiliar en los gastos con Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro producto de la realización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Rio 2016", indica una edición extraordinaria del diario oficial.
Río también reclama recursos para terminar la construcción del metro entre el barrio turístico de Ipanema y Barra de Tijuca, centro neurálgico del evento deportivo.
En mayo, se tenía previsto que la nueva línea del metro fuera inaugurada en agosto, cuatro días antes del inicio de los Juegos, pero la crisis financiera impide que el estado de Río de Janeiro garantice la conclusión de las obras.
Las autoridades precisaron entonces que solo las personas que participen, asistan o trabajen en el evento, tendrían acceso al sistema de transporte.
La apertura para el público en general está programada para el 19 de septiembre, después de los Juegos Paralímpicos, fecha que los especialistas consideran “optimista” de cualquier forma.
"Se necesitarían entre tres y seis meses para realizar las pruebas, si no es temerario: hacer circular los trenes en un periodo tan corto presenta riesgos. Imagino que tienen un plan B", señaló en su momento Sergio Magalhaes, profesor de Urbanismo en la Universidad Federal de Rio (UFRJ), a AFP.
Según Rodrigo Vieira, secretario de Transportes del estado de Río de Janeiro, después de los Juegos la línea 4 "beneficiará a 300,000 personas y sacará de las calles 2,000 coches diariamente".
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Entrega de instalaciones está segura: alcalde
El estado brasileño se declaró en estado de “calamidad financiera”, por lo que un portavoz oficial afirmó el lunes que el gobierno interino del país daría una cuantiosa y urgente ayuda financiera para Río de Janeiro.
La previsión del déficit del estado de Rio para 2016 es de 19,000 millones de reales (5,555 millones de dólares).
El gobernador interino del estado, Francisco Dornelles, había advertido que la crisis, agravada por los gastos en los Juegos, ya dificultaba la prestación de servicios esenciales y podría "acarrear el total colapso de la seguridad pública, la salud, la educación, el transporte y la gestión ambiental".
Sin embargo, el alcalde Eduardo Paes fue tajante: una cosa no tiene que ver con la otra.
"No hay ninguna relación entre la crisis financiera del estado y la realización de los Juegos, y no hay riesgo de que esta crisis afecte la entrega de las instalaciones olímpicas", dijo Paes en una rueda de prensa 45 días antes de la ceremonia inaugural, que tendrá lugar el 5 de agosto.
Para ilustrar con números, Paes explicó que 93.5% de las obras olímpicas depende de la alcaldía, y 6.5% del gobierno del estado.