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Así es como Jiménez Espriú quiere hacer obra pública en México

El propuesto para liderar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes quiere impulsar la obra pública de la mano de ingenieros mexicanos y combatir la corrupción.
lun 23 julio 2018 11:56 AM
javier jimenez espriu
javier jimenez espriu - (Foto: Reuters)

Hace cerca de nueve años que Javier Jiménez Espriú colabora con Andrés Manuel López Obrador. El ingeniero participó en la conformación de Morena, cuando fue Asociación Civil, para delinear el plan de infraestructura del movimiento. Ahora será propuesto para liderar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

A sus 80 años, Jiménez Espriú buscará aportar su experiencia y no quedar bien con nadie. "Una de las ventajas que se tendrá con este secretario es que no se dejará hacer algo por ser malo para su futuro político, sobre todo por cuestiones de calendario", dijo, con respecto a su edad, en entrevista con Obras.

Según destacó, su objetivo es revivir la ingeniería en el país y posicionar nuevamente a los ingenieros en los principales puestos de decisión para el desarrollo de infraestructura en el país.

Durante su gestión no habrá una gran obra de infraestructura icónica, sino un proyecto de obra pública pensando en el largo plazo.

Entre sus proyectos, destacan el Tren Maya, revivir el tren México-Querétaro y el Corredor Trans-Ístmico. En cuanto al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) ya se estudia para conocer si las obras continuarán o no.

¿Cuáles son sus objetivos al frente de la SCT?

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México requiere una infraestructura que sea moderna, eficiente, eficaz y útil para el desarrollo económico, social y cultural. No puede haber economía buena sin infraestructura moderna y eficaz.

La vamos a orientar en dos vertientes diferentes, una en lo general y otra al desarrollo regional. No vamos a hacer carreteras para conectar un punto con otro, sino carreteras que sirvan para el desarrollo de la región donde se encuentren, y eso nos permitirá ir reordenando el territorio. El ordenamiento lo vamos a hacer en el territorio, y no en el escritorio. Vamos a ir a ver cuáles son las necesidades de las regiones y establecer prioridades.

La infraestructura tendrá como objetivo terminar con la exclusión social. Hay muchos mexicanos que no tienen comunicación de ninguna índole, ni caminos, ni telecomunicaciones, que están lejos de la salud, educación y seguridad.

El Trans-Ístmico y el Tren Maya

Dentro del desarrollo regional previsto por el próximo gobierno, una de las estrategias es impulsar a las zonas sur y sureste del país, para lo cual se tienen planteados dos grandes proyectos: el corredor logístico Trans-Ístmico y el Tren Maya.

¿En qué consiste el proyecto del Corredor Trans-Ístmico?

En la parte que toca a la Secretaría, consiste en la modernización del tren que va de Coatzacoalcos (Veracruz) a Salina Cruz (Oaxaca), la modernización de ambos puertos, de la carretera correspondiente y del aeropuerto de Ixtepec. Todo, no para conectar un punto con otro y hacer un canal superficial, no. Se trata de desarrollar un corredor para crear naves industriales y urbanas en la zona y aprovechar los inmensos recursos que hay ahí.

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¿Cuál va a ser la ruta crítica que siga el proyecto en los primeros días de gobierno?

Vamos a empezar rápidamente a desarrollarlo, modernizando las vías férreas, las carreteras y los puertos. Otras dependencias iniciarán con el desarrollo de zonas urbanas y territoriales vinculadas. La idea es crear un nuevo puerto industrial en Salina Cruz. En este vamos a esperar un poquito más para hacer el proyecto más a detalle.

Esperamos que en diciembre próximo o en enero comencemos a ver las primeras licitaciones. Aún no hay un proyecto ejecutivo, pero sí un anteproyecto. Ahora, con la transición, estamos revisando qué proyectos hay en la Secretaría, pero están la carretera y las vías férreas, y tenemos el derecho de vía.

¿Cómo será el proyecto del Tren Maya?

Es un tren para desarrollar la zona turística de Balacar y Calakmul, que la Secretaría de Turismo desarrollará en otros órdenes. Ahí nos tomará un poco más trabajar en algunas zonas, pero iniciaremos con la modernización de algunas partes de la vía donde ya tenemos el derecho de vía entre Palenque y El Fuerte, y así desarrollar el proyecto en los primeros meses del año que viene.

¿Cuáles son los planes en materia ferroviaria?

Uno de los proyectos que queremos echar a andar pronto es el México-Querétaro. Estamos diseñando una red de trenes de pasajeros, que no abordaremos por completo, pero uno de los tramos naturales es el de México-Querétaro, donde hay derecho de vía y hay carga. Eso lo pretendemos arrancar pronto, para echar a andar el tren de pasajeros en los primeros dos años de gobierno. Ya luego buscaremos otros tramos donde hay derecho de vía y que se justifican económicamente.

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Las alternativas para el NAIM

¿Por qué se oponen a la construcción del Nuevo Aeropuerto?

Consideramos que es un aeropuerto de altísimo costo, y que no se justifica dada la situación económica del país. Es un aeropuerto ubicado en el peor sitio, en función del terreno: además de la ostentación de la propia construcción, hacerlo ahí es carísimo porque el suelo es muy complicado. Hay muchos temas complicados.

Ahora, estamos analizando cuánto va a costar mitigar los efectos, cuánto va costar terminarlo, porque será muchísimo más de lo planteado inicialmente, y cuándo va a quedar, porque va muy atrasado. Entonces, es un aeropuerto con muchas complejidades y riesgos.

¿Qué impresión le dejó su reciente visita a las obras del NAIM?

Las obras que hacen ahí están bien hechas. Los ingenieros sabemos que no hay obras imposibles, pero sí obras de ingeniería incosteables, y ésta es una de ellas. Quienes construyen lo están haciendo bien, lo que pasa es que está muy atrasado, pero debo confirmarlo con datos duros.

De seguir el aeropuerto, ¿cuándo estaría listo?

Si no hay contratiempos, estaría listo hacia 2023.

El combate a la corrupción

La actual SCT estuvo salpicada de polémicas: se revirtió la licitación del tren México-Querétaro, empañada por corrupción; el socavón del Paso Exprés, a semanas de su inauguración, provocó la muerte de dos personas; y hubo retrasos y sobrecostos en un sinfín de obra pública.

Jiménez Espriú espera que, tras más de tres décadas sin ingenieros al frente de la SCT, esto comience a cambiar con su llegada. "Somos ingenieros y estamos acostumbrados a un proceso constructivo muy claro, a planear, definir prioridades, tiempos y montos, y ajustarnos a todo eso. Lo que haremos es buscar que las soluciones sean de alta calidad, pero austeras y congruentes con las necesidades del país".

La actual administración deja muchos escándalos relacionados con la corrupción en infraestructura, ¿qué garantía se tiene de que esto no sucederá en el futuro?

Podría sonar demagógico, pero la garantía es esto que estamos expresando, y que queremos llevarlo a cabo puntualmente y sin ningún tipo de falsedad. Vamos a trabajar. Llevamos muchos años haciendo las cosas, y hasta ahora no tenemos ningún punto en que se diga que lo hacemos mal o algo por el estilo. Creemos que tenemos autoridad moral para decir que no habrá corrupción, además de antecedentes laborales que nos permiten pensar que vamos a hacer las cosas lo mejor posible.

¿Qué medidas aplicará en la SCT para evitar la corrupción?

Las primeras son de carácter cualitativo. Estoy buscando colaboradores que cumplan con tres características que nos encargó el licenciado López Obrador. Una, que vale seis puntos de 10, es que sea y tenga el antecedente de absoluta honestidad; el otro 30%, que tengan vocación de servicio público; y el 10% restante, que sepan de su asunto.

Si van a llevar a cabo labores de ingeniería, que sean ingenieros, si van a hacer temas contables, que sean contadores, que no pongamos a los abogados a hacer carreteras. Primero, profesionalizar las cosas y garantizar que las personas que vayan sean íntegras, en lo más amplio del término.

El segundo punto es la contratación pública. Utilizaremos mecanismos de contratación que sean transparentes, y vamos a aplicar la tecnología de forma clara, de modo que todo deberá estar presente en las páginas de la Secretaría en tiempo real.

Buscaremos que haya una simplificación de las normas para que no se compliquen las cuestiones de la honestidad, y seremos implacables cuando se descubramos que hay cuestiones fuera de lo debido. En las nuevas reglas de juego, habrá tarjetas rojas para los que cometan alguna irregularidad, y serán conducidos a las instancias necesarias en función de la culpa que tengan en alguna cuestión irregular. Esto será tanto para funcionarios de la Secretaría como para los contratistas, quienes deberán ajustarse plenamente a las cosas.

¿Qué pasará con las adjudicaciones directas?

Trataremos de que las adjudicaciones directas sean completamente excepcionales, que todo sea por licitación. Buscaremos que las licitaciones sean ágiles, para que nos permitan trabajar, y vamos a pedir, independientemente de las normas que existen en cada contrato, un testigo social. También pediremos a las sociedad y a ustedes (los medios) que se organicen en observatorios ciudadanos que den seguimiento a los contratos y obra que haga falta, entre otras muchas cosas.

¿Anticipan que haya modificaciones a Ley de Obra Pública?

Probablemente sí, no podría adelantarle nada. Lo que me han dicho los funcionarios y contratistas con los que he platicado es que es deseable darle una revisada. Ya hay propuestas que tienen unos y otros, y vamos a ver si podemos quitar algunos escollos que tiene la ley.

 

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Obras

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